Una de las principales figuras de THQ, Danny Bilson, abandonará su puesto como vicepresidente ejecutivo de la división de juegos hardcore para dedicarse a otros menesteres. La noticia se produce en pleno reajuste de la compañía, que tras sonadas pérdidas decidió alejarse de las licencias infantiles para desarrollar única y exclusivamente juegos triple A.
A Bilson le sustituirá un viejo conocido del sector, Jason Rubin, quien se hará cargo del desarrollo de productos, marketing y edición a nivel internacional. Le avala su experiencia como creador de las series Crash Bandicoot y Jak and Daxter, que suman más de 40 millones de copias vendidas en todo el mundo.
Rubin responderá ante el actual CEO de THQ, Brian Farrell, quien ha tenido unas palabras de despedida para Bilson: "Danny ha hecho importantes contribuciones a THQ. Nunca podremos agradecérselo lo suficiente."
Menos escueto se ha mostrado sobre el nuevo fichaje: "Jason es una de las mentes más privilegiadas de la industria. Sus logros hablan por sí solos. Creemos que es la persona adecuada para dar un giro a nuestro modelo de negocio, centrado en experiencias de juego orientadas al jugador tradicional."
La división de Bilson pierde también a su actual vicepresidente, Dave Davis, al tiempo que se incorpora Jason Kay como mano derecha de Rubin.
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