Cuando se filtró el nombre de Project Beast acompañado de sus primeras imágenes, y sabiendo que era From Software la compañía responsable de su desarrollo, era difícil pensar que el posteriormente bautizado como Bloodborne no era un sucesor directo de Demon's Souls por aquello de la exclusividad de Sony. Pero por enésima vez desde que se desveló su auténtica naturaleza en la conferencia de Sony del E3 2014, sus responsables dicen que no tienen nada que ver.
Según ha declarado Shuhei Yoshida, presidente de Sony Worldwide Studios, Bloodborne no es Demon's Souls 2. Tajantemente, sin más. De hecho, ni siquiera podemos considerarlo un sucesor espiritual del mismo. Las confusiones son obvias: estéticamente se dan un aire bastante importante y su jefe de desarrollo es Hidetaka Miyazaki, padre de los primeros juegos de la franqucia Souls. No es muy difícil atar cabos.
El nipón explica en una entrevista a Polygon que Sony quiso reabrir las relaciones con From Software con tal de desarrollar algo completamente nuevo para PlayStation 4, idea que agradó a Miyazaki, deseoso de afrontar nuevos retos y quizá despegarse del nombre Souls. De ahí surge Bloodborne, un título que sin duda luce la huella de sus creadores con orgullo pero que no bebe directamente de sus anteriores trabajos.
En Bloodborne encarnaremos a un cazador de bestias, profesión que se ha disparado al afectar una epidemia al mundo que transforma a los humanos en horribles seres. Nuestro protagonista llegará a una ciudad en la que los rumores sugerían existía una cura para la enfermedad. Como os habréis podido imaginar por los vídeos vistos hasta la fecha, no todo será tan fácil.
Por aquí tenéis nuestras impresiones de Bloodborne tras echar un vistazo a un gameplay a puerta cerrada y el tráiler con el que se presentó en la conferencia de Sony del E3 2014.
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