Todo aquel que haya jugado alguna vez a algún título de las sagas Dynasty Warriors o Samurai Warriors sabrá que éstas son especialistas en situarnos en un campo de batalla solos contra millares de enemigos y con un único objetivo en mente: acabar con todos.
Normalmente los que salían perjudicados de esta experiencia eran nuestros dedos y los mandos con los que estuviéramos jugando, pero en esta nueva iteración de la saga se aprovecharán los paneles táctiles de la consola para realizar nuevos ataques y para cambiar la más que repetitiva y más que estancada mecánica del juego, convirtiendo a este Dynasty Warriors en un machaca pantallas nato. Pobre PSVita, va a sufrir de lo lindo...
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