En The Witcher 2 podremos hacer muchas cosas, todas ellas (o la mayoría) relacionadas con la forma de ser y gustos típicos de Geralt de Rivia, incluido su vicio por el dinero y el juego. Una taberna siempre es un buen sitio para descansar, tomarse una pinta de cerveza (o las que hagan falta), calentarse el gaznate con un buen guiso de patata y carne acompañado de un trozo de pan rancio para empujarlo y, cómo no, dejarse unos ahorrillos en sus juegos clandestinos.
En las posadas de The Witcher 2 tendremos acceso a una serie de minijuegos que nos ayudarán a salir de la rutina del héroe medieval. ¿Te apetece una partida de dados? ¿Un pulso quizá? Pues entra, ponte cómodo... ¡y a derrochar!
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