Un experto en criptomoneda explica qué señales de peligro pasaron por alto los inversores de la estafa de El juego del calamar

La serie El Juego del Calamar ha estado en boca de toda la población desde su estreno en Netflix hace ya más de un mes, y de ella han derivado un montón de productos asociados a su imagen, como es el caso de la última estafa realizada a través de la criptomoneda bautizada como SQUID. 

La criptomoneda SQUID aumentó vertiginosamente su valor en muy poco tiempo, aumentando en un 40.000 % y haciendo que alcanzase un valor de 419 millones de dólares. Fue en ese momento cuando sus creadores cerraron el proyecto, así como todas las redes asociadas a él, llevándose consigo los 2,5 millones de dólares en valor que tenía la moneda virtual en ese punto.

Las 10 mejores series originales recientes de Netflix y una que no debes perderte por nada del mundo

Hacemos un repaso por el catálogo de Netflix para destacar algunas de las mejores series recientes de la plataforma y destacar una que no debéis perderos por nada.

Descúbrelas

Pero según informan desde la web AmbCrypto, las pistas de que SQUID no era más que una estafa siempre habían estado ahí, sólo había que saber mirar bien. El experto en criptomonedas Max Maher explica todos estos detalles que los inversores pudieron pasar por alto.

Uno de estos indicios podíamos apreciarlo en la propia página web del proyecto, de muy reciente apertura, con un diseño bastante pobre, que tenía múltiples errores gramaticales, que ofrecía pocas posibilidades para vender el SQUID y que tenía muchas limitaciones a la hora de ofrecer vías de comunicación con los inversores a través de sus redes sociales.

Asimismo, existía muy poca información en lo referente a los desarrolladores del proyecto, y Maher sospecha que las fotografías podrían haber sido generadas por una IA. También nos advierte que siempre intentemos hacer nuestra propia investigación sobre las criptomonedas antes de invertir, aunque la presión por hacerte con ellas aumente, en un fenómeno conocido como FOMO.

FOMO son las siglas de “fear of missing out” y se traducirían como “miedo a perderte algo”, porque más vale que pierdas una pequeña ganancia de “un 5% que arriesgarte a perder el 100% de tu inversión”, sentencia Maher.