El cine está de luto. A la muerte de Robin Williams se ha sumado esta madrugada de Lauren Bacall, fallecida a los 89 años víctima de un derrame cerebral. La dama de Hollywood deja tras de sí una carrera legendaria y un título, el de viuda de Humphrey Bogart, que la acompañó durante más de 50 años.
La muerte de Bacall fue confirmada por la cuenta oficial de Twitter de la entidad que gestiona el legado de Bogart. "Con profundo pesar y con una inmensa gratitud por su increíble vida, confirmamos la muerte de Lauren Bacall”, decía el tuit.
Betty Joan Perske, conocida como Lauren Bacall, nació el 16 de septiembre de 1924 en Nueva York. Hija de un matrimonio de emigrantes judíos afincados en el Bronx, a los 15 años ingresó en la Academia Americana de Artes Dramáticas. En 1942 debutó como actriz en Broadway para, dos años después, dar el salto a la gran pantalla en 1944 con Tener o no tener.
Con apenas 19 años la actriz consiguió el papel protagonista de esta cinta de Howard Hawks donde conocería a su futuro marido: Humphrey Bogart, un hombre 25 años mayor que ella. La pareja se casó un año después y tuvo dos hijos, Stephen Humphrey (1949) y Leslie (1952).
Su inquietante belleza, su profunda voz y su penetrante mirada la convirtieron en una de las reinas del cine negro donde, eclipsada o empujada por la fama de su marido, compartió pantalla con él en películas como El sueño eterno (1946), de nuevo con Hawks, La senda tenebrosa (1947) bajo las órdenes de Delmer Daves o Cayo Largo (1948), de John Houston.
Posteriormente realizó papeles cómicos en Cómo casarse con un millonario (1953), junto a Marilyn Monroe o la cinta de Vincente Minelli Mi desconfiada esposa (1957), donde compartió cartel con Gregory Peck; además de coprotagonizar junto a Rock Hudson el melodrama de Douglas Sirk Escrito sobre el viento (1956).
En 1957 fallecía Bogart víctima del cáncer dejándola viuda con 32 años. La actriz rehizo su vida con Jason Robards Jr, con el que estuvo casada entre 1961 y 1969 y con el que tuvo su tercer hijo, Sam Robards (1962).
En esta época Lauren Bacall volvió a su ciudad natal para dedicarse al teatro en Broadway, donde ganó dos premios Tony por Aplauso y La mujer de año.
La actriz permaneció en activo hasta hace apenas dos años, cuando prestó su voz a la película de animación Ernest & Celestine, además de participar en películas como Dogville (2003) o Manderlay (2005), ambas de Lars Von Trier.
En los últimos años Lauren Bacall recibió numerosos homenajes, coronados en 2009 por un Oscar honorífico a toda su carrera. Además, en 1997 fue galardonada con un Globo de Oro como mejor actriz secundaria por El amor tiene dos caras y en 1982 recibió el Premio Donostia del Festival de San Sebastián.
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