Jack Tramiel nos dijo adiós el pasado domingo a la edad de 83 años. Quienes no le conozcáis, habréis obviado al pionero de la informática doméstica y también de los videojuegos. Hablamos ni más ni menos que del fundador de Commodore International, compañía que comercializase el ordenador más vendido de la historia.
Por supuesto, nos referimos a Commodore 64, plataforma que
albergase títulos tan míticos como Bomb Jack, Granny's Garden,
Commando o Wonderboy. Su éxito radicó precisamente en lo
asequible, permitiendo que cualquiera tuviese acceso a una máquina
de considerables prestaciones.
La historia de Tramiel sorprende. Nació en Polonia, en 1928.
Durante la Segunda Guerra Mundial fue enviado junto a los suyos a
Auschwitz, de donde saldría al poco rumbo a un campo de labores
cerca de Hannover. Superviviente de su cautiverio, emigró a Estados
Unidos en 1947 donde crearía una empresa de reparación de máquinas
de escribir.
Pasándose a la electrónica, pronto se dedicó a vender calculadoras.
Solo fue cuestión de tiempo que engendrase sus primeros ordenadores
de sobremesa. Así surgió Commodore 64, lanzado en 1982. Dos
años después, tras ser obligado a abandonar su compañía,
Tramiel se convirtió en uno de los salvadores de
ATARI, inmersa como estaba en la crisis estadounidense del
videojuego.
Habla Martin Goldberg, escritor de un libro sobre la
historia de ATARI: "Jack Tramiel influyó
notablemente en las industrias de la informática y la electrónica
de consumo. Comparado con el mismísimo Steve Jobs, su viaje desde
los campos de concentración al liderato de todo un sector es digno
de ser contado. Su legado permanece en todos los desarrolladores y
jugadores que tuvieron acceso a su primera pieza de alta tecnología
gracias a sus económicas plataformas."