Mario Camus, uno de los directores representantes del Nuevo Cine Español, ha fallecido a los 86 años de edad en su casa.
Hay nombres que siempre permanecerán en la memoria colectiva gracias a sus grandes trabajos en disciplinas, como por ejemplo, el cine, donde Mario Camus jamás será olvidado por haberse convertido en uno de los mejores directores de este arte a la española.
Camus nos ha dejado a los 86 años de edad, tranquilo, en su casa de Santander, y con una extensa carrera como director a sus espaldas, en la que destaca, principalmente, su gran capacidad para convertir las palabras de algunos de los mejores escritores de España en imágenes inolvidables que, incluso, conquistaron al público extranjero con historias puramente de nuestra tierra.
Pues Mario Camus conquistó el Oso de Oro del Festival de Berlín en 1982 con La Colmena, la película que convertía en imágenes la novela homónima del gran Camilo José Cela, y el Festival de Cannes no pudo más que darle un Premio Honorífico por su adaptación de Los santos inocentes de Miguel Delibes, a pesar de las quejas de varios miembros del jurado que lucharon por su Palma de Oro.
No obstante, los premios nacionales se le resistían, y a lo largo de su extensa carrera de casi 50 años, Camus solo ganó dos Goyas, uno a mejor guion original por Sombras en una batalla en 1994 y otro el Goya de Honor en 2011 a toda una carrera.
Pero con premios y sin premios, Camus seguía trabajando y fue en los años 80 cuando brilló, no solo por sus películas, sino también por sus adaptaciones de obras literarias como Fortunata y Jacinta para TVE. Su último trabajo, El prado de las estrellas, se estrenó en 2007.
Tras la muerte de su mujer, Camus se había refugiado en sí mismo, lo que unido a su gran timidez hizo que no se le viese demasiado en estos últimos años, a excepción de la gala de los Goya donde fue a recoger el cabezón a toda una vida dedicada al cine español.
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