Hidetaka Miyazaki, el líder de From Software (desarrolladores de la saga Dark Souls y Bloodborne entre otros) ha explicado alguna de las principales influencias que le inspiraron para crear Sekiro Shadows Die Twice. Como sabéis, Sekiro es un juego para PS4, Xbox One y PC que se lanzará el próximo 22 de marzo, y en el que controlamos al "lobo de un sólo brao" un shinobi que se embarca en una misión suicida para rescatar a su señor (el heredero divino) de las garras del clan Ashina.
Sekiro Shadows Die Twice está ambientado en una versión oscura y destruída del Japón medieval, en la era Sengoku (un periodo caracterizado por los constantes enfrentamientos entre señores feudales o daimyos) y alterna elementos fantásticos con otros tomados de la tradición japonesa -los yokai y los oni- e incluso de hechos reales. En una entrevista que ha concedido al periódico británico Daily Telegraph, Miyazaki nos ha dejado algunas pistas sobre los personajes que inspiraron Sekiro.
En primer lugar mencionó Basilisk, un maga deMasaki Segawa basado en las novelas del autor Futaro Yamada. En las páginas de este manga (que también tiene su versión anime) se cuentan los enfrentamientos entre dos clanes de ninja, durante el periodo de la unificación de Japón bajo Ieyasu Tokugawa. En medio de esta guerra de clanes, los dos protagonistas deben elegir entre su amor o la lealtad que le deben a sus casas (por la vía de la espada).
Otra de las grandes influencias (que también proviene del manga y que ha sio recientemente adaptado a imagen real por Netflix) es La espada del inmortal, de Hiroaki Samura, en que aparece un samurai al que le han cortado el brazo en combate, igual que a Sekiro.
La temática del guerrero mutilado es muy frecuente en las historias japonesas, y también podemos encontrarnos otros guerreros similares en Dororo o en Zatoichi (samurai ciego que en el cine -en su última adaptación- interpretó Takeshi Kitano).
La idea de los combates en Sekiro consiste en romper la guardia de los enemigos y asestar un golpe mortal (para los más grandes, una estocada quizá no sea suficiente). Y tenemos distintos modos de conseguirlo; bien acercándonos por la espalda, aprovechando el sigilo, utilizando las habilidades de nuestro brazo mecánico o, lo más común, deteniendo sus ataques en el momento adecuado. Es un sistema fácil de comprender, difícil de dominar y tremendamente satisfactorio.
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