Este año arrancará la nueva generación de consolas. La PlayStation 5 de Sony y la Xbox Series X de Microsoft son, en palabras de los desarrolladores, máquinas muy diferentes, cada una con sus fortalezas y debilidades únicas, pero que en ambos casos suponen un paso de gigante tecnológicamente hablando respecto a sus antecesoras, PS4 Pro y Xbox One X.
Seguramente, ya estés al tanto de una de las piezas clave de las consolas: el disco duro sólido, o SSD. Ambas consolas tendrán este tipo de dispositivo de almacenamiento que permite optimizar mucho mejor el tamaño y los recursos, y sobre todo, eliminar casi por completo los tiempos de carga.
En un vídeo, Microsoft ya mostró lo rápido que cargaría estos discos, en comparación con sus máquinas actuales. Sin embargo, parece que Sony está llevando esta idea mucho más lejos: no se trata solo de reducir los tiempos de carga, sino de reestructurar por completo la interfaz de la consola y los menús para que acceder a estos juegos sea mucho más cómodo.
Para ello, Sony patentó una tecnología conocida como Direct Gameplay, que permitía "fragmentar" un juego en varias partes (por ejemplo, el modo multijugador o los niveles del modo historia) para poder acceder a ellos directamente desde el menú de la consola, sin tener que cargar el juego entero desde el principio.
Las imágenes de la patente (que corresponde a septiembre de 2018, y por supuesto, podría haber cambiado significativamente estos años) ya sugieren por donde irían los tiros, pero quizá la explicación más clara la hizo la misma Sony, a puerta cerrada, para sus desarrolladores. El periodista Jason Schreier reveló que Sony lo define como "jugar será tan fácil como Netflix".
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Es decir, que su funcionamiento sería similar al de Netflix o las populares plataformas de vídeo: desde el menú de la consola podemos acceder instantáneamente no solo a los juegos, sino a los "capítulos". En cuestión de segundos, estaríamos jugando ya exactamente al nivel o modo que queremos, algo con lo que Sony quiere promover jugar en ratos sueltos, y no tener que esperar a tener unas horas libres para cargar todo desde el principio.
Se trata de una idea que sabe aprovechar de la tecnología para cambiar significativamente la forma en la que nos relacionamos con los juegos. El objetivo final, sobre todas las cosas, es hacerle la vida más fácil al jugador, y que pase el más tiempo posible jugando y no esperando. Puede que en un tiempo, los menús de inicio de las consolas no se parezcan en nada a los que tenemos ahora, prácticamente idénticos unos de otros desde hace años.
Eso sí, esperemos que no nos ocurra como en Netflix, donde podemos pasarnos diez minutos eligiendo qué ver...
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