¿Habéis jugado y a Gears 5? Si no es así, os recomendamos que lo hagáis inmediatamente, porque el juego de The Coalition para Xbox One y PC tiene una de las mejores campañas de toda la saga (en individual o en modo cooperativo -local u online- para tres jugadores). La épica lucha de Kait Diaz, J.D., Delmont, Marcus... y los demás miembros del CGO contra el enjambre nos ha dejado algunos momentos trepidantes.
Las mecánicas de disparo y cobertura, junto al característico sistema de recarga, funcionan a las mil maravillas en la sexta entrega de la saga (la quinta dentro del canon numérico) pero eso no es lo único que nos ha cautivado; el guión -con un exagerado estilo de tipos duros- nos ha hecho esbozar alguna sonrisa. Ya en el primer acto de Gears 5 reconozco que Marcus Fenix me cautivó con alguna de sus frases como No desconfío de las armas sino de quién las utiliza o deja de demostrar tu valía y haz tu trabajo. Pero no es el único caso.
Atención SPOILER. Si no habéis jugado la campaña, aquí mencionamos algunos personajes que os pueden estropear la sorpresa. La cuestión es que más adelante en el juego, cuando el enfrentamiento entre los gears y el enjambre está en su punto álgido, nos encontramos con otro de los personajes más relevantes en esta historia. Se trata de Garron Paduk, veterano de las guerras del Péndulo y jefe gorasnayano. En Gears 5 también es un rebelde que desconfía de las tropas del CGO.
Uno de sus mejores momentos en el juego llega cuando recita un viejo proverbio gorasnayano "es mejor una guerra justa que una paz injusta". ¿Os suena de algo? La frase en realidad es una variación -con un cambio completo de sentido- de una de las citas sobre la guerra más famosas de todos los tiempos. Es una frase del filósofo romano Cicerón, que en realidad dijo Preferiría la paz más injusta a la más justa de las guerras. De hecho, aunque Gears 5 no profundiza en este aspecto, ha dado pie a interesantes discusiones sobre si la guerra puede ser justa en algún modo.
El nuevo Gears sorprende, es fresco y cuenta con elementos que nunca habíamos visto en la saga, pero no pierde su esencia ni por un momento. Aquí estamos para pegar tiros tanto en solitario como acompañados en la campaña (y en modos multijugador como versus, horda y escape) y el ritmo es impresionante.
El mundo más abierto en los dos actos centrales no le viene grande, no sobra nada, los coleccionables como armas son útiles más allá de un mero porcentaje de ‘’nivel superado’’ y el multijugador es el más ambicioso, e inclusivo de la saga, y con las novedades aquí y allá, consiguen cambiar, y mejorar, algo que ya era muy, muy bueno. Si queréis saberlo todo sobre el juego aquí podéis leer nuestro análisis de Gears 5.
Descubre más sobre David Martínez, autor/a de este artículo.
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