La "muerte" de Windows 7 está cerca, muy cerca. El veteranísimo sistema operativo de Microsoft cumplirá 10 años dentro de poco y los de Redmond han decidido que ya es hora de que pase a mejor vida.
Esto no es un capricho de una Microsoft que ha aguantado el soporte de Windows 7, y el de Windows XP en su día, por encima de lo que muchos otros fabricantes habrían hecho.
Durante muchos años han seguido dando soporte al veterano sistema (pasando por encima de un Windows 8 que no fue nada popular), pero ha llegado el momento de decir adiós.
El próximo 14 de enero, Microsoft cortará el grifo de actualizaciones de Windows 7. Esto significa que el sistema se convertirá en un campo de minas para los usuarios... y un patio de recreo para los ciberdelincuentes.
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A continuación, vamos a ver por qué no habrá más actualizaciones y, también, qué puedes hacer si no quieres actualizar de Windows 7 a Windows 10.
¿Por qué se "acaba" Windows 7?
Como decíamos, Windows 7 es un sistema muy veterano. Cumplirá 10 años en 2020 (en julio, concretamente) y Microsoft ha decidido que es el momento de dejar morir el sistema para centrar todos los recursos en el desarrollo de un Windows 10 que se ha convertido en un "sistema operativo como servicio".
Además, Windows 10 integra las últimas medidas de seguridad, más potentes que las de Windows 7, y otro de los objetivos es el de acabar con la fragmentación de los sistemas operativos Windows.
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Esto, claro está, no significa que si tienes un PC con Windows 7 se apague el 14 de enero y no vuelva a funcionar. De hecho, todo seguirá funcionando como hasta ahora... pero con una importante diferencia.
Y es que, Windows no va a proporcionar más soporte, lo que se traduce en que se acabaron las actualizaciones de seguridad y, por tanto, tu PC estará completamente desprotegido ante el malware.
Si vuestro Windows 7 es un PC que no se conecta a Internet y lo tenéis como... no sé, un "cuaderno" en el que escribir sin distracciones, no notaréis absolutamente nada, pero si se conecta a la red, estáis expuestos.
Linux es la respuesta
Ya se ha pasado el plazo para actualizar de Windows 7 a Windows 10 de manera gratuita (algo que también iba a ser limitado y se extendió varios meses después de "expirar" la oferta), pero puede que el motivo por el que no tenéis Windows 10 es porque... bueno, porque no queréis.
Windows 10 tiene una serie de ventajas frente a Windows 7 (es mejor para jugar, cuenta con DirectX12 y soporte para las tarjetas RTX de Nvidia, es más seguro, cuenta con funciones nuevas y está muy optimizado), pero puede que no os guste o que, simplemente, vuestro PC no soporte Windows 10 por ser demasiado antiguo.
Este es un caso extraño, aunque puede darse, y queréis un sistema seguro... pero sin cambiar de PC. ¿La solución? Una distribución de Linux. Hay muchas, muchísimas opciones diferentes, siento Ubuntu la más popular.
Si tenéis un equipo compatible, de hecho, Ubuntu sería una gran opción si no queréis actualizar Windows 7 a Windows 10. Sin embargo, si vuestro PC tiene más años de la cuenta, puede que Ubuntu pese un poco.
Hay unas cuantas opciones para solucionar esto, pero dos en concreto que no están nada mal. Una es ir a por otra distro de Linux, una ligera como Linux Mint que, en su versión Xfce, ofrece una interfaz elegante, pero consumiendo muy pocos recursos. Podéis descargar Linux Mint desde aquí.
Otra opción es ir hacia un sistema operativo más similar al del móvil Android que a Windows. Se trata de una opción como CloudReady, un sistema basado en Chromium OS que no necesita que seáis ningunos expertos para utilizarlo y que os permitirá andar totalmente seguros por la red. Si os llama la atención, tenéis aquí la descarga.
Hay, por supuesto, muchas otras alternativas en el mundo de Linux, pero Mint es una de las mejores si no queréis actualizar Windows 7 a Windows 10 porque tenéis un equipo con pocos recursos.
Descubre más sobre Alejandro Alcolea Huertos, autor/a de este artículo.
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