Hemos visitado Homo Ludens, una exposición sobre videojuegos desde diferentes puntos de vista, que abre sus puertas en Caixafórum de Madrid el 21 de julio y que pasará por todos los centros de la fundación en Barcelona, Palma, Zaragoza, Sevilla...
Homo Ludens, Videojuegos para entender el presente (que abre sus puertas el 21 de julio en Caixafórum de Madrid) es una exposición única acerca del medio. No hace un recorrido por la historia del videojuego, ni se detiene en las creaciones más importantes de la industria, sino que ofrece una perspectiva diferente.
A través de 58 instalaciones artísticas, Homo Ludens pretende que los visitantes se pregunten sobre las implicaciones de los videojuegos en el mundo actual, desde distintos ángulos: el videojuego como industria y su potencial económico, el juego como elemento de construcción, la necesidad antropológica de jugar, desde las primeras civilizaciones o el modo en que los juegos han permeado en nuestra sociedad.
Entonces, ¿hay videojuegos en la exposición? La sala principal, que sirve como distribuidor de toda la muestra, contiene una exposición que compara juguetes tradicionales (tomados del museo del juguete de Girona) con videojuegos. En esta pequeña exposición sí podemos ver algunas piezas emblemáticas, como Pac-Man (versión doméstica de Atari), Street Fighter II (el cartucho de SNES), Tetris de Game Boy, UFO o Los Sims.
Cada uno de ellos trata de replicar una de las maneras de jugar tradicionales, (Street Fighter II es el representante de los juegos de habilidad, como las canicas y UFO es el representante de los juegos de guerra, como el ajedrez). Pero a partir de ese punto, la vinculación con los videojuegos comienza a disiparse.
En la sala dedicada a la identidad podemos ver imágenes de Fortnite o de Micromachines, como parte de una instalación que nos invita a reflexionar sobre la posibilidad de conocer a otros a través de sus avatares. Y también resulta muy interesante descubrir lo más oscuro de la industria, en la creación de técnicas para enganchar al jugador.
El objetivo de la exposición no es lanzar un mensaje positivo o negativo sobre la industria de los videojuegos, sino que nos posicionemos, con "provocaciones" como la obra Game Arthritis que simula lesiones supuestamente producidas por jugar a videojuegos para impactar al espectador.
Una exposición que se juega
En Homo Ludens Videojuegos para entender el presente no se puede jugar a ningún videojuego clásico, pero la exposición si tiene una parte lúdica. Antes de entrar, nos ofrecerán una ficha, a la que han bautizado como Coin, con la que podemos responder a diferentes preguntas.
Establecemos nuestro sexo, edad, nivel de conocimiento sobre videojuegos... y respondemos a dos cuestiones en cada sala, una antes de entrar y otra al salir. La información de nuestras respuestas queda grabada en la Coin, y se convierte en un avatar en la última sala (la pantalla final).
En esta sala, dependiendo de las opciones que hayamos tomado, nos puede calificar como Alternativos, Excépticos, Entusiastas... un total de 7 avatares diferentes que también nos deja una estadística sobre lo que han pensado todos los visitantes.
Homo Ludens es una exposición sobre videojuegos sin videojuegos. El eje central son las personas. Puede que os decepcione la visita si esperáis una retrospectiva, o simplemente si contabais con jugar piezas históricas. Es una exposición artística con tintes de experimento social, que se aleja de todas las que hemos visitado antes.
El montaje resulta muy interesante, y consigue que nos planteemos nuestra manera de pensar sobre el medio, siempre que seamos capaces de dejar nuestros prejuicios en la puerta, y estemos dispuestos a escuchar lo que los artistas tratan de contarnos.
Así mismo, alrededor de la exposición se van a celebrar una serie de conferencias y actividades relacionadas con los videojuegos, como una Game Jam o mesas redondas de creadores, que podréis consultar en la página de Homo Ludens de Caixaforum.
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