Ya ha pasado más de un mes desde que Bungie lanzó su título más esperado en muchos años tras dejar Halo en manos de Microsoft, y desde entonces han ocurrido muchas cosas en la enorme comunidad de Destiny que serán recordadas durante bastante tiempo por los jugadores que las hayan vivido. Una de ellas es la famosa cueva del loot, también conocida como la cueva del tesoro o la cueva del farmeo, un lugar de peregrinaje de visita obligada para todos los guardianes.
Para los que estén más perdidos en el tema, os repasamos la situación: los enemigos de Destiny, independientemente de su nivel y rango, tienen la misma posibilidad de soltar engramas y objetos al morir, por lo que encontrar una zona en la que su reaparición sea rápida y a niveles bajos es ideal a la hora de intentar acumular un buen botín. Dichas condiciones se reunían en la famosa cueva del loot de la Tierra, donde los enemigos reaparecían cada 5 segundos en vez de los 40 estipulados por Bungie.
El chollo no duró mucho, ya que la compañía decidió corregir dicho bug con un parche, aunque a cambio también actualizó el sistema de engramas y la bondad de El Criptarca (el que los identifica en la Torre para nosotros) con tal de que los botines fueran mejores. Lo gracioso es que, con la última actualización de Destiny, si acudimos a la localización de la cueva del loot encontramos un guiño muy interesante a su trasfondo.
Si acudís ahora mismo a la cueva del loot encontraréis un montón de cenizas de cadáveres en la puerta, con las que podréis interactuar revolviendo los restos para oír como una voz fantasmagórica nos susurra "Ni un millón de muertes bastarán para el maestro Rahool". Rahool es el nombre de nuestro gran amigo, El Criptarca, y el mensaje a su vez supone un guiño a Dune.
Menudo guiño por parte de Bungie, ¿eh? Tenéis el vídeo de Destiny que así lo demuestra en su versión inglesa sobre estas líneas.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.