El debate sobre la violencia de la nueva película de Joaquin Phoenix y Todd Phillips, el Joker, ha traspasado las pantallas de cine y se ha convertido en una amenaza real para las autoridades estadounidenses.
Tal como informa The Hollywood Reporter, el FBI ha sido notificado con numerosas denuncias de posibles amenazas de tiroteos masivos hechos a través de las redes sociales, aunque ninguno ha sido tomado como grave. "Aunque nuestra política habitual es no comentar ninguno de nuestros casos de inteligencia, el FBI está en contacto con las fuerzas de seguridad tanto publicas como privadas sobre varios posts publicados en las redes sociales. Como siempre, avisamos al público de que esté vigilante y de que avise a cualquier fuerza de seguridad de cualquier actividad sospechosa", declaraba el cuerpo en un comunicado enviado a la publicación.
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Esta noticia viene después de que la cadena ABC informase que desde mayo, el FBI está monitorizando cualquier publicación en redes sociales en las que se mencione la película del Joker después de que el grupo violento conocido como Incels (hombres célibes por imposición) se identificase con la cinta y algunos de ellos se pasasen a llamar "clowncels".
Aunque no tiene por qué ocurrir nada, es normal que las autoridades estadounidenses estén más alerta con esta película después del terrible tiroteo ocurrido en un cine de la ciudad de Aurora, Colorado, en el año 2012 durante la proyección de El caballero oscuro: La leyenda renace, en el que el autor se identificó a sí mismo como el Joker. Murieron doce personas y 59 resultaron heridas, siendo uno de los capítulos más negros de Estados Unidos.
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