Más detalles de Dragon Age: Inquisition
Clara Castaño Ruiz
Bioware ha dado nuevos, y contundentes, detalles sobre su esperado juego, Dragon Age: Inquisition a la revista Game Informer. A continuación os hacemos un pequeño resumen de todo lo que ha dado de si la entrevista.
Historia
Dragon Age: Inquisition se desarrolla en las tierras de Thedas durante la guerra entre la Capilla y los magos. Los buscadores de la verdad y los Templarios se han retirado de la batalla, y ya no apoyan a la Capilla.
" Es un momento en el que todos los grupos de poder y autoridad que pueden afrontar el mal, están preocupados por las consecuencias que pueda traer la guerra. El cielo se abre y empiezan a colarse a través de él una serie de demonios que necesitan de un huésped para poder habitar libremente en el mundo de los humanos" Escribe Game Informer.
Mundo
Mundo abierto en el que podremos acceder a importantes áreas del mapa del mundo. Viajaremos desde el este de Ferelden al oeste de Orlais. Cada área será más grande que todo lo visto anteriormente. Los pantanos, desiertos y montañas serán distintos en cada zona.
Bioware ha querido impulsar la exploración dentro de Dragon Age: Inquisition, pero que ésta sea espontánea. Es decir, que hagamos nuestros propios descubrimientos. Lo que un jugador explore puede que otro no.
Las localizaciones de Dragon Age: Inquisition se describen como contained open world, algo así como contenido de mundo abierto, ya que iremos recogiendo objetos e interactuando con ellos.
El día y la noche también influirán en el juego porque no será lo mismo montar a caballo por un monte de día, que de noche.
"Queremos contar el tipo de historia que nos gustaría a nosotros" dice Mark Darrah de Bioware. Además de conseguir un equilibrio entre la exploración, cuyo peso llevaremos nosotros, y la narración.
El Inquisidor y la Inquisición
Seremos Inquisitor, jefe de la Inquisición. Como en la anterior entrega, Dragon Age II, podremos elegir entre ser mago, guerrero o pícaro, nuestro sexo, nombre, y raza como en Dragon Age.
A medida que vayamos interactuando con otros personajes, ayudándoles, y completando misiones, Inquisitor irá creciendo en fuerza y reputación. La progresión en el juego será determinada por el nivel de poder que tengamos y algunas áreas del mapa no estarán accesibles hasta que no cumplamos ciertos requisitos.
Lucha
El ritmo de combate se sitúa entre medias de Dragon Age y Dragon Age II. Tanto la estrategia como la táctica seguirán siendo elementos fundamentales para conseguir la victoria. Podremos elegir luchar con alguno de los aliados que nos acompaña, o configurar sus tácticas.
La velocidad de combate y el diseño de los enemigos se ha mejorado para orientarnos a luchar mediante tácticas. Cada enemigo tendrá funciones especializadas y trabajarán en grupo, por lo que será muy importante el lugar en el que nos coloquemos para enfrentarnos a ellos y evitar perder salud.
Otros personajes
El diálogo y la historia con otros personajes será fundamental en la historia para conseguir aliados. Todavía falta por conocer quién será el antagonista de Inquisitor.
Estilo
El equipamiento de Inquisitor se adaptará a cada jugador. Seremos nosotros con los objetos que recojamos mediante la exploración y el combate, quienes transformemos nuestras armas y personalicemos nuestro equipo.
Decisiones
Dragon Age: Inquisition quiere que tengamos en cuenta el resultado de nuestras decisiones, y que nos veamos obligados a vivir con ellas mientras la acción continua. Usaremos una rueda de diálogo, mejorada con respecto a la anterior entrega, para tomar tomar nuestro camino. Bioware quiere que las opciones que elijamos tengan impacto en la historia, y que los niveles cambien en función de las acciones que tomemos.
Motor
El juego utiliza el motor Frostbite 3, que también utiliza EA para Battlefield o Mirror's Edge 2, y que permite crear grandes áreas con mucha interactividad.
Dragon Age: Inquisition tiene previsto su lanzamiento en PS3, PS4, Xbox 360, Xbox One, y PC. Los desarrolladores están luchando para que el juego no se vea afectado al cambiar de una plataforma a la otra.
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