La clave para que tu ordenador funcione muy bien es la velocidad. Y uno debe intentar siempre tener los componentes más veloces posibles. Cuando hablamos de memoria, quizás pienses en contar con un SSD. Pero eso no es suficiente. Si quieres la máxima velocidad necesitas un SSD NVMe, en lugar de un SATA. Este tipo de conexión te ofrece la velocidad más alta, y en realidad el precio no es muy diferente.
Este disco SSD que hemos elegido se caracteriza por ser NVMe, y cuenta con una capacidad de 512 GB. Es un producto equilibrado porque tiene suficiente memoria como para utilizarlo como disco principal en el equipo, aportando toda la rapidez, y a la vez conserva un precio asequible. De hecho, encontramos este disco SSD NVMe de 512 GB de la marca GigaByte por menos de 70 euros en Idealo.
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Pero la pregunta que surge es clara. ¿Por qué un disco NVMe en lugar de un SSD estándar? La conexión SATA que utilizaban los primeros discos SSD estaba basada en la conexión que utilizaban los discos duros físicos HDD. Esto fue útil durante el tiempo de transición, principalmente cuando queríamos cambiar la unidad de memoria HDD por una SSD. Teníamos el mismo espacio y el mismo zócalo y no nos complicábamos, solo había que cambiar uno por otro.
Sin embargo, los discos NVMe M.2 utilizan otra interfaz para ir conectados directamente a la placa base del equipo, de forma que la velocidad de conexión es más alta que la de un SATA. La conexión de estos discos tampoco se pensó para esto originalmente, pero al ofrecernos más velocidad, se comenzó a utilizar de esta manera para alcanzar velocidades más altas. De hecho, la velocidad que alcanza de lectura es de 1.700 MB/s, con una velocidad de escritura de 1.550 MB/s, triplicando las velocidades de un SSD normal.
Como siempre, una velocidad más alta nos deja leer y escribir en la memoria más rápidamente, y esto tiene una consecuencia directa en el rendimiento del PC, que responde antes. Este progreso nos permite operaciones de datos más amplias, y por tanto menos limitaciones a la hora de lo que es posible realizar con un ordenador. A la larga, ordenadores más rápidos llevan a juegos y software más potente, y a una experiencia superior tanto en gráficos como en posibilidades.
Por menos de 70 euros, es una buena compra para acelerar todavía más el funcionamiento de tu equipo.
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