Sam es un hombre solitario al que no le gusta la publicidad ni asistir a eventos multitudinarios pero que ha logrado un enorme éxito con sus juegos. El último de ellos, GTA V, es la obra magna de Rockstar Games, con cinco años de desarrollo y 266 millones de dólares en prespuesto.
"Grand Theft Auto es una espada de doble filo. Los fans quieren todo más grande y mejor, ya sabes, de mayor calidad. Es un privilegio tener un público exigente. Pero también es un reto.Hay que cumplir las expectativas."
Para Houser, cada personaje tiene un poco de su personalidad: "Michael se ve limitado y contenido con la crisis de la mediana edad. Franklin, es el tipo de chico callejero, sin duda me apetece en ese modo. Sin embargo, para un londinense con educación privada, aunque ahora sea un ciudadano estadounidense, es un poco exagerado, pero algo dentro de mí lo siente. Por último está Trevor que es un psicópata, puedes llenar los espacios en blanco aquí". En realidad, da a entender que dentro de nosotros hay un poco de maldad.
Empezó a trabajar en BMG y lo hizo con un todavía desconocido Simon Cowell. Siempre había sido un gran admirador de la cultura de los videojuegos. Tras jugar a Underwurlde o Elite hicieron que se interesase por las nuevas tecnologías. Por aquel entonces, BMG tenía una división de videojuegos mal administrada que casi se va a la ruina, pero Ryan Brant, CEO de Take-Two Interactive compró la división de BMG por 9.500.000 dólares con la única condición de que Houser se hiciera cargo de ella en los Estados Unidos.
Posteriormente se unió su hermano, juntos querían crear algo que pudiera sacudir el mundo como la música les había impactado a ellos. Por eso, dedicieron escoger un nombre que hiciera honor a sus ideales, de ahí Rockstar. Hacer juegos culturalmente relevantes no era tarea fácil en esa época, ya que eran tiempos en los que Sonic ocupaba todas las portadas.
En 1997, apareció el primer GTA que a pesar de vender 2 millones de copias no supuso un alivio para la compañía y Houser tuvo que negociar un acuerdo de 11 millones con Take-Two. David Jones, uno de los miembros de DMA, decidió abandonar y crear su propia división, intentando llevarse la mayoría del personal, algo que molestó a Sam. Para evitar la fuga de cerebros, ofreció participaciones en la compañía y un mejor trato del que Jones daba. Actualmente, Rockstar es como una familia, algo inusual en los juegos con presupuestos millonarios.
Parte del éxito de Rockstar reside en la tecnología. En 2001, con el lanzamiento de GTA III y el procesador de PlayStation 2 permitieron a la compañía construir un paisaje de más de 3 kilometros cuadrados, había coches con canciones originales, lanzacohetes, uzis... GTA III supuso un punto de inflexión y dió a conocer un nuevo mundo. Debido al terrible atentado que sufrió Nueva York, el juego también se vió afectado y edificios emblemáticos como las torres gemelas fueron eliminados del juego. Logró vender 15 millones de copias aunque también fue acusado de ser un juego violento que influia en la juventud.
En Junio de 2005, un hacker holandés encontró un paquete de datos oculto en Grand Theft Auto: San Andreas, que resultó ser un minijuego de contenido sexual que no debió haber estado ahí pero que lo estuvo. Esto le ocasionó muchos quebraderos de cabeza e incluso hizo que Rockstar fuese investigada. Estos sucesos hicieron mella en él pero gracias al trabajo en GTA IV consiguió salir adelante.
En la actualidad, Rockstar acaba de lanzar un éxito de ventas, GTA V, un regalo de 100 horas de juego que ha aprendido de otros, las caras fieles de L.A. Noire, las extensiones imponentes de Red Dead Redemption, los combates de Max Payne 3 o el multijugador masivo.
"Una cosa es segura y es que no nos vamos a quedar sin ideas para el tipo de cosas que queremos hacer. Tenemos un montón de ellas".
Este es un resumen de la entrevista concedida en exclusiva a la revista Playboy en la que hemos podido conocer un poco más acerca de la compañía, sus inicios y su fundador.
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