Estos son los motivos por los que algunos jugadores invierten los controles del mando
La opción para invertir los ejes X e Y está extendida en la mayoría de los videojuegos. Y para algunos jugadores es vital, pues no es solo cuestión de preferencias: su cerebro está programado en un sentido concreto, y es prácticamente imposible cambiarlo. El periodista de The Guardian, Keith Stuart andaba reflexionando sobre el tema cuando decidió lanzar la pregunta a Twitter... y descubrió que es un tema que divide a muchos jugadores.
Actualmente, los juegos en los que movemos a nuestro personaje en un entorno tridimensional tienen adjudicada, por defecto, la acción de empujar la palanca hacia el frente con el movimiento de andar del personaje. Por el contrario, empujar la palanca hacia atrás, o sea, hacia nosotros, hará que el personaje ande marcha atrás o dé media vuelta. Si te reconoces en esto, estás entre la mayoría de jugadores. Pero si por el contrario eres de la minoría que lo primero que hace al empezar un juego es invertir el eje Y, no te asustes: no le pasa nada a tu cerebro...
En el artículo, Stuart contactó con dos académicos que ofrecieron sus interpretaciones ante este fenómeno. Por un lado, el doctor Ross Goutcher, psicólogo de la Universidad de Stirling, Escocia, opina que el cerebro de los jugadores se programa con los primeros juegos que utilicen, al menos durante un periodo largo de tiempo. En concreto, cita a los simuladores de vuelo, un género muy popular en los 80 y 90, en los que el eje Y estaba invertido para emular las palancas de los aviones.
"Sabemos que el cerebro humano está muy adaptado a utilizar herramientas, y que este se adapta al uso de dicha herramienta. Por ejemplo, utilizar un stick cambia la manera en la que el cerebro responde a su espacio peri-personal (que es el espacio fuera del alcance del brazo). Esto es consecuente con la sensación que tenemos de la herramienta como una "extensión de tu brazo" cuando hemos alcanzado cierta habilidad con ella. Por ello, utilizar un mando con la dirección invertida con un nivel suficiente de habilidad es posible que motive el desarrollo de una correlación muy arraigada en nuestro cerebro entre la acción y la reacción esperada."
Dicho de otra forma, si comenzaste a jugar con los simuladores de vuelo, o incluso con los primeros juegos de disparos en primera persona, que daban ambos sistemas como válidos, es probable que los controles invertidos te parezcan los únicos naturales.
Otras interpretaciones, sin embargo, lo relacionan con nuestra percepción espacial respecto al personaje del juego. Así lo explica la doctora Jennifer Corbett, del Centro para Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Brunel, en Londres. "Desde una perspectiva cognitiva, los jugadores que no invierten 'actúan como' el avatar, con el movimiento surgiendo desde los ojos del avatar. Los jugadores que invierten 'actúan sobre' el avatar, con los controles detrás o encima de la cabeza controlando el avatar".
Sin embargo, ambos psicólogos opinan que la explicación podría ser mucho más compleja, y depender incluso de la forma en la que diferentes cerebros perciben el mundo a su alrededor y su relación con él o de costumbres históricas/biológicas. No es casualidad que muchos de los defensores de los controles invertidos aseguran que estos controles se asemejan más al movimiento humano, pues para mirar hacia arriba movemos nuestra cabeza atrás, y para mirar hacia abajo, movemos nuestra cabeza hacia delante.
Lo que es seguro es que cada jugador, sobre todo si está muy experimentado en un juego o género determinado, tiene codificada una forma de controlar el juego tan arraigada que puede ser imposible de alterar. Y no solo eso, cada cuál es diferente: algunos invierten en sticks de mandos pero no en ratones de ordenador, otros invierten el movimiento del avatar pero no el control de la cámara, otros invierten en según qué géneros... Mientras los desarrolladores sigan incluyendo opciones para personalizar el control, todos estaremos satisfechos.
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