Netflix ha cambiado nuestra forma de ver series. Si antes teníamos que ceñirnos a la estricta programación donde "con paciencia" esperábamos semanalmente un nuevo capítulo de esa serie que nos tenía enganchados, ahora podemos pegarnos un buen atracón desde el momento en que lanzan una nueva serie o una nueva temporada, ya que nuestro canal favorito de series lanzan todos los episodios desde el día uno.
Ahora que podemos hacernos maratones en casa, Netflix ha querido calcular a través de los datos que ha recopilado de los 190 países en los que la empresa de video bajo demanda está presente, la media en la que tardamos en consumir una temporada completa. ¿Adivináis qué ha salido?
En promedio, según Netflix, los espectadores tardamos una media de 5 días en completar una temporada de nuestro programa favorito, viendo alrededor de dos horas y media diarias. Para realizar el estudio, los investigadores han contado con los hábitos relacionados con 100 series a lo largo de un periodo de 7 meses, desde octubre de 2015 hasta mayo de 2016.
En el estudio de Netflix se refleja que las series de terror y los thrillers suelen verse en menos tiempo que otros productos como los dramas políticos que son consumidos más lentamente, como si saboreáramos más estos últimos.
Las series que más devoramos son series de suspense, ciencia ficción y horror, como Breaking Bad, The Fall, The Killing, The Walking Dead o Sense8. La razón, según dicen, es que generan más reacciones en el espectador, teniendo momentos más tensos con capítulos que acaban en cliffhanger, por lo que nos es más difícil dejar de verlas.
En el otro lado de la balanza están las que saboreamos: Arrested Development, House of Cards, Mad Men, BoJack Horseman o Unbreakable Kimmy Schmidt, series que por su desarrollo no nos generan esa ansiedad o adicción y que podemos ver o disfrutar sin estar pegados a la pantalla. En medio, entre lo uno y lo otro están series del tipo Daredevil, Better Call Saul y Orange is the New Black.
No lo niegues, tú también eres de los que se pasan horas, a veces días o quién sabe, semanas, pegado al televisor viendo uno detrás de otro cada episodio de tus series favoritos.
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