El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha servido hoy, 6 de abril, como escenario para la presentación del informe del Observatorio de piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales 2017, realizado por La Coalición de creadores e industrias de contenido. Esta última es una organización privada que aglutina a numerosas empresas sector cultural y del entretenimiento en España, cuyos intereses se ven mermados directamente por la piratería de películas, series de televisión, videojuegos, etc...
El acto de presentación del informe del Observatorio ha estado presidido por Carlota Navarrete, directora de la Coalición, y Óscar Sáenz de Santa María, Director General de Industrias Culturales y del libro del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Junto a ellos, estuvieron también José Manuel Tourné, de la FAP (Federación para la Protección de la Propiedad Intelectual) y otros miembros destacados de organizaciones que forman la Coalición.
Sáenz de Santa María inició la presentación del informe, celebrando la colaboración entre el Ministerio y la Coalición, al no existir por el momento informes oficiales, ya que, recordemos, el Observatorio de piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales 2017 se realiza con estudios de carácter privado, con uso público.
El Director General defendió la necesidad de implementar nuevas medidas para paliar la piratería, ya que señaló la rapidez en la que surgen medios para realizar copia y distribución de contenidos digitales, frente a la lentitud de la legislación española actual. Sin embargo, también ofreció un dato muy positivo, una reducción significante de la piratería entre 2015 y 2017, un 9% menos en total.
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Esta reducción ha hecho que España ya no sea considerado uno de los países donde más se piratea desde el pasado año, habiendo salido de la lista negra de diversos países. A este avance, consideran que se debe a la aplicación de la ley y al desarrollo de campañas escolares y de sensibilización, como la de "No piratees tu futuro". Estas medidas y otras parecen haber calado entre la población, al tiempo que plataformas VOD como Netflix u HBO tienen mayor penetración y número de afiliados.
Paralelamente, la aplicación de medidas judiciales también parecen haber favorecido el descenso de la piratería, siendo el bloque de dominios una de las herramientas más eficaces. En esta línea, el Observatorio señala que en 2017 se practicaron 37 bloqueos, y en lo que llevamos de 2018 ya se han producido al menos 11. Con todo, la piratería sigue estando muy presente, y lejos de estar extinguida, tal y cómo revela el estudio ofrecido y cuyos datos pueden verse en detalle en la página web de la Coalición.
Desciende fútbol y películas, aumenta la descarga ilegal de libros y videojuegos
El informe del Observatorio de la piratería refleja, como decíamos, un descenso importante en casi todos los campos, siendo cine y fútbol los sectores en donde más se aprecia este descenso. Un 8% y un 7,5% respectivamente, frente a los sectores de videojuegos y libros, que son los que experimentan una crecida importante.
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La piratería de videojuegos se incrementa en un 8,3% respecto al pasado año, con pérdidas para la industria del 0,3%. En contraste, es la piratería de libros la que ofrece una mayor subida, con una pérdida del 16,3% de ganancia para el sector. Y es que la piratería de libros ha aumentado un 12%. Este último dato, advirtió José Manuel Tourné, resulta extremedamente preocupante sobre todo para los videojuegos, debido a la tendencia del sector, que tiende hacia el formato digital y que se ve precisamente afectada por esto.
Por otro lado, tanto series como música siguen siendo sectores que sufren la piratería, aunque las reducción en estas áreas ha de tenerse en cuenta. A pesar de que Netflix y otras plataformas similares son muy conocidas entre los usuarios, la piratería de series sigue en boga. Sobre todo, en lo tocante a temporadas recientes o de nuevo estreno, frente a contenidos de años pasados, que apenas se demandan.
Sobre el perfil del consumidor de piratería, el informe arroja un retrato que resulta bastante heterogéneo. No se aprecia una clase social común, por lo que las posibilidades económicas no son un factor determinante. Muy a pesar, eso sí, de que buena parte de los encuestados que participaron en el estudio de este informe alegaron piratear debido al encarecimiento de los contenidos. En general, el usuario de piratería medio tiene una edad de entre 16 y 34 años, y suele ser un varón. Esta tendencia de género diverge, sin embargo, en la piratería de libros, en donde las mujeres son más frecuentes.
Por otro lado, el estudio señala la mayor de webs de contenidos ilegales logran su mantenimiento por publicidad. Un 81% de ellas así lo hace, proviniendo la mayor parte de anuncios de webs de apuestas o de juegos online. Tan solo un 8% recaban un precio de suscripción de sus contenidos.
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Sobre estos datos, tanto Sáenz de Santa María como los responsables de la Coalición se felicitan, pero siguen sin estar del todo satisfechos. Demandan no solo una mayor concienciación entre la población y más sensibilidad sobre esta cuestión. Consideran que una medida eficaz es el bloqueo de sitios webs ilegales. Apuntan a una legislación en estas cuestiones, similar a la de Italia o Portugal, países en donde el bloqueo se realiza en pocos días como medida cautelar, previa a la sentencia.
Con ello, esperan que la ciudadanía coopere con ellos, entendiendo su punto de vista, el de que la piratería no solo acaba con la industria cultural, generando perdidas enormes a las empresas y creadores, sino que también es un sumidero de impuestos y de potenciales puestos de trabajo. De estos últimos señalan, que en un escenario sin piratería se podrían crear hasta 20375 nuevos empleos anualmente.
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