Este fin de semana nos arrancamos conociendo la buena noticia de que finalmente habrá película de Masacre. Sin embargo, junto a este anuncio no se dio a conocer la clasificación de edad que tendrá esta película. Por ello, los fans más acérrimos estaban preocupados acerca de cuál sería el límite que Fox le pondría a Tim Miller, director de la cinta, para desarrollar a Deadpool en la Gran Pantalla.
Pues bien, ya lo sabemos. Bueno, mejor dicho, el programa de podcast Schmoes Know lo sabe. Durante la emisión del último programa de estos expertos de frikilogía se desveló que la película de Deadpool tendrá una calificación de PG-13.
Al parecer, como ya se sabía, Miller contaba ya con una versión final de guión de Deadpool cuando trató con Fox para que la productora diera luz verde al proyecto. Para este fin, el director se aseguró de rebajar ligeramente el tono de la película, pero manteniendo el alma del personaje y unos temas que satisfarán a los seguidores del anti-héroe.
¿Significa eso que la película va a ser "pa niños" (como le gusta decir a más de un aguafiestas)? Bueno, cuidado, que PG-13 no implica que esto vaya a ser Frozen con Wade Wilson en faldas cantando "Let it go" por las montañas. De hecho, según la Motion Picture Association of America's Film-rating System (el sistema que regula la calificación de edades en EEUU), un PG-13 significa que los menores deben verla acompañados de sus padres, por lo que suave no va a ser nada.
De hecho, PG-13 es la calificación de películas como Los Vengadores, X-Men: Días del futuro pasado, The Dark Knight Rises o (incluso) El Amanecer del Planeta de los Simios. ¡Y a ver quién dice que estas películas son "pa niños"!
Sin embargo, hay que admitir que quien esperase una clasificación R (como Depredador, Viernes 13, Kick-Ass o Ted) se va a llevar un chasco. Y es que esta pequeña diferencia significa básicamente que no veremos tacos ni desmembramientos explícitos en pantalla, por mucho que esto fuera a animar la película. Por eso mismo, únicamente nos queda confiar en el juicio de Tim Miller, quien (por cierto) también está detrás del proyecto de El Bruto, la adaptación de uno de los cómics más burros de la escena yankee.
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