Si aún no tienes la PlayStation 5 o la Xbox Series X es probable que la culpa se la estés echando a los especuladores, pero lo cierto es que la causa principal de que no tengamos todavía estas consolas en las estanterías de las tiendas es una combinación de acontecimientos provocados, principalmente, por la pandemia de salud global.
Está claro que la enorme demanda por la PS5 y Xbox Series X junto a los especuladores está haciendo que sea imposible conseguir las nuevas consolas de próxima generación, pero la limitación de unidades en las estanterías de las tiendas se debe en realidad a una gran escasez de chips, no solo afectando a consolas de videojuegos, sino también a otros tipos de aparatos electrónicos como teléfonos móviles o incluso a fabricantes de automóviles.
Y es que según un informe de la CNBC muchas empresas, entre las que se incluyen Sony y Microsoft, ya han advertido a inversores y usuarios que la limitación de consolas en las tiendas se debe a una escasez de chips.
Ya se ha escuchado antes que AMD está sufriendo una gran escasez de chips que ha afectado directamente a la producción de PS5 y Xbox Series X, una escasez que parece que no se resolverá como pronto hasta junio, con lo que conseguir una nueva consola de próxima generación de forma normal, entrando a una tienda y adquiriéndola, es probable que no sea posible hasta después del verano, y ya veremos con la demanda que habrá estas Navidades.
Todo comenzó con la pandemia del coronavirus que pilló por sorpresa a la mayoría de gobiernos y organizaciones de todo el mundo, y por lo tanto el hecho de trasladar el trabajo y los estudios a casa, provocó una ingente demanda de productos electrónicos durante los peores momentos de la pandemia.
Pero a partir de otoño, con la cercanía de las Navidades y el lanzamiento de las nuevas consolas, provocó igualmente una demanda excesiva por productos de entretenimiento como consolas, entre los que también se incluyen teléfonos móviles.
Algo que tampoco ayudó fue la guerra comercial del expresidente Donald Trump con China, donde la Administración Trump impuso restricciones a los mayores fabricantes de chip del país, algo que se está notando hoy día y que todavía tardará unos meses en estabilizarse.
Todo lo anterior ha provocado una inusual escasez mundial de chips que ha hecho que sea imposible adquirir nuestras consolas favoritas en el mercado. A diferencia de otros dispositivos electrónicos como móviles, donde el usuario final tiene decenas de alternativas en el mercado, no pasa así con PS5 y Xbox Series X.
Así que teniendo todo lo anterior en cuenta, es probable que el periplo habitual de entrar a una tienda de electrónica y comprar una nueva consola, todavía tarde unos cuantos meses en ser una situación normal.
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