Un estudio publicado por AEVI, ha revelado que esta generación de padres e hijos es de lo más tecnológica y un 84% de los participantes en el estudio afirma ser un jugón mientras que solo un 17%, dice tener menos conocimientos en tecnología en general.
Los videojuegos son un recurso a la hora de buscar herramientas educativas, en concreto un 40% dice utilizar videojuegos para la educación de sus hijos. Respecto al hábito de juego, un 80% dice haber sido aficionado a los videojuegos antes de tener descendencia, hábito que reducen o abandonan a casa de la falta de tiempo. Por el contrario, un 20% declara que dedican más tiempo a los videojuegos desde que son padres y el juego en familia es una gran motivación para ello.
Según Carlos Iglesias, Secretario General de AEVI, "A diferencia de las anteriores generaciones, los padres actuales han crecido en un entorno cada vez más tecnológico y no se sienten en inferioridad frente a sus hijos. Pensamos que los datos de intención de compra y percepción muestran que los videojuegos llegan cada vez a más públicos y forman parte de la vida diaria de la sociedad".
Uno de los datos preocupantes es que el 55% de los encuestados no conoce el sistema PEGI, que clasifica los juegos por edad aunque curiosamente un 85% lo tiene en cuenta a la hora de comprar un juego pese a desconocer el sistema de calificación.
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