Reggie Fils-Aimé niega (o se distancia) de las acusaciones de los empleados contratistas de Nintendo of America
Reggie Fils-Aimé, de gira promocionando su autobiografía, niega las acusaciones de los empleados de Nintendo of America: asegura que en la compañía ascendían a contratistas con regularidad, y tenían las mismas oportunidades que los empleados de plantilla.
Reggie Fils-Aimé, el que fuera presidente de Nintendo of America entre 2006 y 2019, ha respondido a las recientes quejas sobre las condiciones laborales en la división norteamericana de Nintendo, que han surgido las últimas semanas en medios como IGN o Kotaku.
"He leído esas historias, la división entre contratistas y plantilla a tiempo completo. Todo lo que puedo decir es que esa no es la cultura que dejé cuando me retiré de Nintendo", dijo en el artículo de IGN.
El artículo de IGN contaba con declaraciones de una docena de empleados o antiguos empleados de Nintendo of America (básicamente una empresa de marketing, ventas y atención al cliente, que no desarrolla juegos ni hardware).
Denunciaban que NoA se sustenta en estos contratistas temporales, con unas condiciones muy pobres tanto en salario como en oportunidades: eran vetados de participar en eventos de los empleados de plantilla o acceder a algunas instalaciones de la compañía.
Lo describen como una situación desmoralizante en la que parecía que eran tratados como empleados de segunda, y lo peor es que apenas tenían expectativas de ser ascendidos.
A pesar de los aparentes buenos resultados financieros de la compañía gracias al éxito de Switch, Nintendo no dio más oportunidades, sino todo lo contrario: cerró oficinas satélites en California y Toronto obligando a realojarse (o a marcharse) a decenas de trabajadores.
El expresidente de Nintendo of America, que se retiró por voluntad propia y ahora está promocionando su autobiografía, ha querido distanciarse de esas acusaciones, a pesar de que sucedieron durante su mandato.
"Mientras estaba allí, contratábamos a contratistas para puestos permanentes de forma rutinaria. Lo hacíamos repetidamente. Y lo interesante es que si te fijas en un buen número de personalidades muy conocidas en Nintendo of America, muchos empezaron como contratistas hace 10, 15 o 20 años."
En una entrevista con el Washington Post (vía Eurogamer) también negó estas acusaciones: "En estos momentos han pasado tres años desde que dejé de ser presidente de Nintendo of America. Ha pasado mucho. Y al leer estas historias, me sorprendió: estas no es la Nintendo que dejé".
"Cuando estaba en Nintendo, teníamos reuniones y eventos rutinarios en los que nuestros Asociados (así es como nos referíamos a los empleados por contrato) eran invitados."
"Como un pequeño ejemplo, yo era conocido por hacer comidas bimensuales y cuatrimestrales con empleados. Solamente había que registrarse y los Asociados también eran invitados, al igual que los empleados a tiempo completo. No hacíamos distinción."
"Los informes que estoy escuchando me sorprenden realmente, porque esa no es la compañía que conocía. Y lo dejaré ahí. El foco cuando estaba en Nintendo of America era tener una cultura saludable con la compañía, y yo sé que conseguí lograrlo. Ciertamente, lo que describen no parece una cultura saludable".
Todas estas acusaciones empezaron a salir en redes sociales y algunos medios desde que hace dos semanas Nintendo of America y una empresa reclutadora recibieran una queja de la NLRB presuntamente por obstaculizar el derecho a sindicarse de un empleado.
Nintendo respondió que dicho empleado fue despedido por filtrar información confidencial de la empresa y por ninguna otra razón. Es una queja similar a una emitida contra Epic Games, pero la NLRB (National Labor Relations Board), agencia federal que vela por los derechos de los trabajadores, debe investigarlas.
Descubre más sobre Javier Escribano, autor/a de este artículo.
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