Iwata-san es un libro publicado en Japón como homenaje al presidente de Nintendo fallecido en 2015,Satoru Iwata. En él, se incluyen emotivas historias y recuerdos con algunas personalidades clave en el mundo de los videojuegos como Shigeru Miyamoto, el padre de algunas franquicias clave para la compañía japonesa como Super Mario, The Legend of Zelda y otras.
Gracias a una traducción, hemos podido conocer algunas de las palabras que le dedicaba el desarrollador japonés al expresidente de Nintendo, al que definió por encima de todo como un amigo.
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''Para mí fue un amigo por encima de todo. Jamás sentí que fuera mi jefe o que trabajara para él. Nunca se enfadaba ni discutimos por nada. Normalmente, si alguien más joven que tú y con menos experiencia se convierte en presidente, podrían surgir dificultades en la relación, pero nunca sentí nada parecido. Siempre tuve claro que él era el más indicado para el puesto, así que nunca fue un problema. Creo que eso nos permitió convertirnos en verdaderos amigos'', comentaba Miyamoto en el libro
Ambos trabajaron juntos en Pokémon Snap, una idea concebida entre ambos y compartían ideas diariamente desde que se encontraron en HAL Lab. Un día decidieron ir a cenar ramen juntos después de haber estado trabajando largas horas: ''Nintendo no paga los gastos sociales, así que nos dividimos la cuenta. Eso se convirtió en una tradición que continuó incluso después de nombrarle presidente de la compañía''.
Miyamoto también habló sobre el futuro de la compañía tras la pérdida de Iwata: ''Desde su muerte, Nintendo lo está haciendo muy bien. Él dejó muchas estructuras que viven en el trabajo de los empleados jóvenes. El único problema es que si pienso una idea tonta durante el fin de semana, no tengo con quién compartirla hasta el siguiente lunes''.
El libro también recoge declaraciones de Shigesato Itoi, creador de la serie Earthbound, sobre la relación entre Miyamoto e Iwata: ''El día del funeral de Iwata llovió a mares, y Miyamoto y yo estuvimos esperando. De repente decidí preguntarle si Iwata pensaba que se curaría. Miyamoto respondió que pensaba que se pondría mejor. No tenía la más mínima intención de morir. Esta respuesta hizo que me diera cuenta de lo cercanos que eran Miyamoto e Iwata, y hasta qué punto se entendían ambos'', concluía Shigesato Itoi.
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