Según el New York Times, la NSA espió a jugadores de World of Warcraft, Second Life y Xbox Live para prevenir que terroristas pudieran comunicarse a través de los canales que dichos juegos ofrecían. Los documentos filtrados por el periódico indican que los propios espías americanos y británicos se crearon personajes que les ayudasen en su investigación y les permitiesen 'reclutar' a nuevos informadores. Los agentes se decantaron por una identidad secreta en forma de elfos, gnomos y supermodelos.
La razón para llevar a cabo esta vigilancia era el miedo a que las organizaciones terroristas utilizaran las redes de World of Warcraft, Second Life o Xbox Live para comunicarse entre ellos en secreto. La NSA creía que estos canales de comunicación tenían un gran potencial y eran una oportunidad para "planear en secreto", como declara un documento de 2008.
Sobre las conversaciones de Xbox Live a las que ha tenido acceso la NSA, no se sabe exáctamente cómo las han conseguido exactamente. Blizzard ha querido aclarar las cosas declarando que "si se ha realizado algún tipo de vigilancia en World of Warcraft ha sido sin nuestro conocimiento, consentimiento y permiso". Por su parte, los representantes de Microsoft y Philip Rosedale, fundador de Second Life, no han querido pronunciarse al respecto.
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