La compra por parte de Disney de 21st Century Fox por la minucia de algo más de 71 mil millones de dólares es uno de los movimientos empresariales más importantes que se van a producir este año. Y desde luego el más relevante que se va a producir en el sector audiovisual. Normalmente, conociendo las preferencias de Disney por los contenidos más mainstream y con un público objetivo lo más familiar, solemos centrarnos en cómo afectará la compra a los contenidos más irreverentes de Fox, comoLos Simpson o Padre de Familia.
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Sin embargo, unos de los grandes olvidados de este acuerdo, y desde luego los más perjudicados, son los propios empleados, no solo de 21st Century Fox, si no de The Walt Disney Company. Una vez finalice el proceso de adquisición de la major, muchos departamentos de ambas compañías quedarán solapados, por lo que se espera que Disney comience a prescindir de gente. Según informa The Hollywood Reporter, varios expertos afirman que se podrían producir más de 4.000 despidos como daños colaterales por este proceso de compra en lo que describen como una masacre.
Para las grandes mentes pensantes que juegan al ajedrez con las vidas de miles de personas, esos 4.000 puestos de trabajo son eso, un daño colateral. Y es que para ellos suele ser muy fácil obviar que cada uno de esos 4.000 empleados es un ser humano que lleva trabajando años y que de la noche a la mañana se va a quedar en la calle. Lo triste, amigos, es que siempre son los mismos los que pagan las consecuencias de los movimientos de unos pocos. Una pésima realidad que acompaña a la especie humana desde el principio de los tiempos.
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