Aunque el arranque de Wii U no ha sido del todo negativo Nintendo se ha tenido que amoldar a una previsión de ventas más realista, bajando de los cinco millones y medio de unidades vendidas en todo el mundo para finales de marzo a cuatro millones, algo que desvelaron ayer mismo cuando publicaron su balance anual referente a los últimos nueve meses. Muchos podrían pensar que la solución para conseguir que Wii U empezase a 'venderse como churros', al igual que lo hizo Wii, pasase por una reducción de su precio de venta al público, sin embargo, tal y como ha confirmado Satoru Iwata, esto no ocurrirá a corto plazo.
El presidente de Nintendo ha hablado del balance económico de la compañía y de los problemas que han tenido por diversos retrasos para suplir a Wii U con grandes lanzamientos durante estos primeros compases del año. Ante la idea de rebajar ligeramente el precio de su nueva consola de sobremesa, Iwata ha comentado que "es algo impensable, pues actualmente estamos vendiendo la consola por debajo de su coste de producción", es decir que, por cada Wii U vendida, Nintendo pierde dinero.
No es la primera vez que nos encontramos con una situación similar, de hecho es algo 'bastante común' en la industria de la tecnología. En un principio las compañías no pueden permitirse vender sus productos por encima del precio de fabricación, ya que éste se iría por las nubes. Es cuando su ensamblaje y le precio de sus componentes desciende cuando pueden empezar a beneficiarse con cada venta, tal y como les ocurrió a Sony y Microsoft con PlayStation 3 y Xbox 360 y como probablemente les pasará con PlayStation 4 y Xbox 720.
Así pues, la única manera de que Nintendo empiece a vender más Wii U es a través de su catálogo que, aunque excelente en sus primeros meses de vida, aún necesita un gran bombazo exclusivo que nos haga lanzarnos a por ella.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.