Hace unos días os contamos que la nueva SDK de Xbox One mejoraría el rendimiento de la eSRAM de la consola. Ahora unas nuevas filtraciones que hemos podido conocer gracias a EuroGamer, nos han permitido saber que los programadores ya pueden hacer uso de una mayor potencia de la CPU de Xbox One gracias a que el séptimo núcleo de la consola deja de ser exclusivo de Kinect. Aunque para que los programadores puedan hacer uso de una mayor potencia de Xbox One tienen que prescindir de ciertas funciones en sus juegos.
Como decimos, la nueva actualización del kit de desarrollo de Xbox One permite utilizar el séptimo núcleo de su CPU que hasta ahora era exclusivo de Kinect. Lógicamente, si los desarrolladores deciden hacer uso de este séptimo núcleo de la máquina para que sus juegos luzcan mejor y aprovechen un mayor poder de Xbox One, tendrán que olvidarse de introducir la posibles funciones de Kinect. Es decir, Xbox One se vuelve más potente si nos olvidamos de comandos de voz o detección de movimientos, algo que ya se rumoreaba desde hace tiempo.
Por otro lado, el 50% del uso de este séptimo núcleo de Xbox One seguirá destinado a Kinect por lo que los comandos para abrir aplicaciones o encender y apagar la consola seguirán operativos cuando estemos utilizando juegos que requieran una mayor potencia de la máquina. Esto es algo que los desarrolladores también tienen que tener presente ya que tampoco pueden utilizar toda la capacidad del nuevo núcleo que Microsoft les ha abierto, pero aún así, ahora lo tienen más fácil para llegar a los tan valorados 1080p y 60fps. Aunque eso sí, Microsoft asegura que esta limitación será corregida en futuras actualizaciones del kit de desarrollo de Xbox One por lo que puede que pronto hablemos de un nuevo aumento de potencia en su consola.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.