Con el anuncio de las versiones remasterizadas de El Rey León y Aladdin para PS4, Xbox One y Nintendo Switch, se ha reabierto un viejo debate; ¿qué versión de Aladdin era mejor? ¿El juego de Super Nintendo o la entrega de Sega Mega Drive? ¿Y por qué? Antes de que llegue la sangre al río, os voy a dejar un artículo en que repaso los motivos por los que era mejor la versión de la consola de 16 bits de SEGA (sin que fuese una superioridad aplastante).
Y antes de que surja la duda, ¿por qué no hay este debate con las versiones de The Lion King? Pues porque la exclusividad de la licencia expiró tras la película de 1992, de modo que mientras que Aladdin en Mega Drive estaba desarrollado por Virgin (con Dave Perry a la cabeza) y la versión de Super Nintendo corrió a cargo de Capcom (supervisada por Shinji Mikami, mucho antes de Resident Evil), en el caso de El rey león, ambos juegos estaban desarrollados por la misma compañía, en este caso Virgin, así que comparten el mismo gameplay.
Pero volvamos al origen de la polémica. ¿Es mejor Aladdin en Super Nintendo o en Sega Megadrive? Si nos quedamos con la versión de Sega es por diferentes motivos. En primer lugar, quizá su punto más fuerte, por las animaciones. Tratándose de una película animada, conseguir unos movimientos suaves y fluidos para los personajes era una de las claves del juego. Capcom, que ya tenía experiencia en otros juegos de plataformas, optó por un sistema de animación tradicional, que funcionaba bien, pero palidecía ante el Digicel utilizado por Virgin Interactive.
Esta tecnología estaba compuesta por varias herramientas que permitían "dividir" los sprites y aplicar animaciones a elementos independientes. Así, partiendo de los diseños originales de Disney, se consiguieron unos movimientos mucho más fieles a la película. La caída del protagonista, por ejemplo, estaba formada por 15 frames. El resultado era sencillamente espectacular para una consola de 16 bits.
El segundo aspecto en que el juego de Sega Mega Drive era superior era la paleta de colores. Aunque el hardware tenía más limitaciones (Mega Drive puede presentar 61 colores simultáneos, de una paleta de 512 mientras que SNES llega a los 256, de una paleta de 2048), se puede apreciar que los tonos oscuros y más contrastados de la pantalla son mucho más parecidos a los colores que se utilizaron en la película. El tamaño de los sprites también es mayor.
La versión de Virgin para las consolas de Sega era un poco más "adulta" (Al portaba una espada, los enemigos tenían una actitud más agresiva, y aparecían algunos elementos, como las brasas en el suelo de los primeros niveles, algo más peligrosos). Esto también se traducía en una selección de niveles un poco más "oscura" dentro de los términos de una película animada de Disney, como el modo en que se recrearon las mazmorras o la cueva del tesoro. En favor de la versión de SNES, ésta contaba con escenarios que se salían de la norma, cuando entrábamos en la lámpara del genio.
Y precisamente hablando de la cueva, la huída a bordo de la alfombra mágica, mientras nos persigue una ola de lava al rojo, también es más rápida y espectacular en Mega Drive (sin tener en cuenta que el control en la versión de SNES lo convierte en un infierno de dificultad). Para compensarlo, el enfrentamiento contra Jaffar, al final del juego, resulta más llamativo en SNES, con una transformación en serpiente gigante muy impresionante.
También desafiando las limitaciones propias de la máquina, nos encontramos con una banda sonora mucho más animada en el juego desarrollado por Virgin que en el de Capcom. El tema "A Whole New World" que suena en ambos títulos marca una diferencia notable. Mientras que la consola de Nintendo contaba con 8 canales estéreo (6 en Mega Drive) y 64 K de RAM para el sonido (frente a los 8K de la competencia) su versión tiene un ritmo más lento, con sonidos apagados que se alejan del original. Por contra, con menos artificio, la banda sonora del juego en la consola de Sega suena más limpia y también tiene un ritmo más fiel.
Por último, Aladdin en Mega Drive cuenta con 10 niveles, mientras que el juego de SNES tiene 7, aunque su desarrollo es más variado.
Como se puede ver, los motivos que inclinan la balanza en uno u otro sentido son "sutiles" y en muchos casos dependen de los gustos personales de cada uno, más que de una certeza técnica. Sin embargo, el debate entre ambas versiones aún se mantiene en el aire... y seguro que volverá con fuerza en cuanto se lancen los próximos remakes.
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