Dragon Ball - Toyotaro ya no es el discípulo de Akira Toriyama. El mangaka se ha convertido en el auténtico sucesor de la mítica obra nipona
Hoy os traemos un artículo de opinión en el que os comentamos quién es el sucesor de Akira Toriyama y por qué ha dejado de ser el discípulo del maestro. Toyotaro, te toca hacer historia.
Hace mucho, mucho tiempo, en las laderas de una cordillera, a miles de kilómetros de cualquier ciudad, comenzó una magnífica historia gracias a Akira Toriyama. La obra de Dragon Ball lleva dándonos alegrías desde los años 80 y, afortunadamente para los fans, no vemos su final en el horizonte.
Y todo gracias a Toyotaro, el discípulo número 1 del maestro, que nos ha encandilado con su arte en Dragon Ball Super, manga publicado mensualmente en la revista nipona V-Jump y la aplicación digital de Shueisha: Manga Plus. Aunque, ¿tenemos que seguir llamándole discípulo?
Yo creo que no. Diría que desde hace bastante tiempo algo ha cambiado, pero vayamos por partes para estudiar todo este proceso, de esta manera comprenderemos mucho mejor toda esta evolución artística y la cesión de uno de los testigos más importantes de la industria del cómic japonés.
El manga de Dragon Ball Super arrancó en 2015, paralelamente a la emisión del anime homónimo, con una intención a priori promocional. Esto chocó bastante en su día, pues el pilar fundamental de la serie clásica radicaba en el manga de Akira Toriyama. Sin papel, no había animación.
Primero se publicaban los episodios en la revista semanal Shonen Jump, y más tarde hacían acto de presencia en la serie de animación, no al revés. En cambio, con Dragon Ball Super vivimos un comportamiento totalmente contrario, y también más emocionante en televisión, pues no sabíamos lo que iba a ocurrir en pantalla al no tener las evidencias en el manga.
Sin embargo, algo cambió en 2018, un acto radical que puso patas arriba el universo de Dragon Ball Super. ¡El anime llegaba a su final con la saga del Torneo del Poder, y por tanto, el manga tomaría el relevo con nuevas sagas inéditas en televisión! Aunque bueno, eso de final habría que entrecomillarlo, pues se supone que el anime regresará para cubrir los eventos actuales del manga.
De esta manera, los fans empezaron a dedicar toda su atención al manga de Toyotaro, que guiado por las ideas de Toriyama, comenzó a dar a luz sagas totalmente inéditas, nunca vistas en la pequeña pantalla. Estábamos ante la graduación del discípulo del maestro. Toyotaro se nos hacía mayor.
Y lo cierto es que este mangaka se graduó con nota muy alta, saliéndose con el arco de Moro, la primera saga inédita en televisión, transmitiendo toda la epicidad de la serie clásica y su apogeo de los años 90. Ahora, Dragon Ball Super, empezaba a despegar de verdad, pese a no tener una serie paralela en televisión.
Y tras Moro, llegó la saga de Granola, una etapa en la que Toyotaro se terminó de asentar como mangaka, haciendo uso de una calidad artística y una narrativa pocas veces vistas en la franquicia. De hecho, empezó a jugar con los flashbacks de manera muy interesante, algo harto original en la serie de Toriyama.
Pese a que dotó la serie de originalidad mediante soluciones del estilo, también se ciñó a lo que la hizo grande con Toriyama, con las míticas transformaciones incansables y los niveles de poder desorbitados. Recursos muy manidos en Dragon Ball, pero que siempre funcionan porque es lo que demanda su público de ayer y hoy.
Por si esto fuera poco, en la saga actual se nos cuenta la historia de Super Hero, la última película de la franquicia estrenada en cines, y el bueno de Toyotaro está mejorando el producto que realizó el maestro Toriyama para la gran pantalla. ¿Y cómo lo ha hecho?
Con un prólogo centrado en Goten y Trunks adolescentes, recuperando la esencia del Great Saiyaman e insertando por primera vez una suerte de comedia amorosa, un campo que a Toriyama no le gusta nada explorar, tal y como ha declarado en numerosas ocasiones.
Por otro lado, Toyotaro está insertando escenas extra en el arco de Super Hero que aportan una gran riqueza a la película de Toriyama, insuflándole una mayor coherencia y cohesión, como la subtrama de Krilín investigando la Red Ribbon o el arranque del primer entrenamiento entre Piccolo y Pan.
Por todos estos motivos y muchos más, podemos considerar a Toyotaro el sucesor de Akira Toriyama con todas las letras. Creo que ya podemos colgar su etiqueta de discípulo en el armario y contemplarla con nostalgia cuando leamos los primeros tomos de Dragon Ball Super, recordando así cómo empezó todo.
Ahora solamente nos queda disfrutar del presente, esperando ilusionados las nuevas aventuras que nos depara la obra de Toyotaro y, en segundo lugar, de Akira Toriyama. El discípulo, por fin, se ha convertido en maestro con sus 20 tomos publicados hasta la fecha. Para que te hagas una idea de la dimensión de este número, en el tomo 20 de la obra clásica de Dragon Ball...
¡Goku se enfrentó por primera vez a Vegeta, estábamos ante el clímax de la saga de los saiyans! O lo que es lo mismo, el manga de Dragon Ball Super se encontraría ahora mismo en el ecuador de la obra original de Dragon Ball, que como sabéis, se cerró con 42 tomos en los años 90.
Han pasado 8 años del estreno de Dragon Ball Super y Toyotaro, por fin, se ha convertido en el sucesor de Dragon Ball. Los fans no podemos estar más contentos por el futuro ilusionante que le depara a la serie que nos lleva alegrando la vida desde los años 80.
Larga vida a Dragon Ball y a todos sus hacedores que mantendrán viva la franquicia a lo largo de las generaciones. ¡Kai, Kai!
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