El E3 2018 ha comenzado con fuerza, tan sólo se han celebrado tres conferencias: EA Play, Microsoft Xbox Showcase y Bethesda, y ya nos hemos pegado un atracón de juegos, anuncios y tráilers capaz de satisfacer a los jugadores más exigentes. Además, en lo que llevamos de feria, podemos celebrar que las conferencias han sido ágiles y se han centrado en los juegos... ni siquiera está siendo el año de los battle royale (por ahora sólo se ha anunciado el modo todos contra todos de Battlefield V).
Entonces, ¿cuál es el problema? Entre todos los juegos del E3 2018 se hace evidente la necesidad de darle más personalidad al producto, y esto queda muy claro cuando se proyectan uno detrás de otro, justo lo que le pasa a las conferencias. Hagamos un experimento, a ver cuánto tardamos en localizar un juego presentado en el E3. Yo iré dando pistas, y vosotros podéis calcular las posibilidades.
Primera pista; es un juego ambientado en el futuro postapocalíptico. Sencillo, ¿verdad? Sólo puede ser Metro Exodus, The Last of Us Part II, Rage 2, Fallout 76, Dying Light 2, The Division 2, Days Gone, Cyberpunk 2077... pero podrían encajar en esta descripción otros como Anthem, Destiny 2 Forsaken, Devil May Cry 5, Beyond Good & Evil 2. Y me detengo aquí, porque si abrimos la mano, la lista es interminable.
Seguro que con la segunda pista, cerramos más el círculo. Tiene elementos de RPG. Prácticamente todos los títulos anteriores encajan en la descripción, y lo mismo ocurre si decimos que se desarrolla en un mundo abierto (aquí puede que se caiga The Last of Us II) o que contiene escenas de acción y violencia.
A partir de aquí, aparecen algunos elementos que diferencian un poco más las cosas (pero poco). Si tiene componente multijugador, si se pueden usar vehículos o si las compañías han hecho hincapié en la importancia de la narrativa. Si el personaje viste una armadura que es clave para la supervivencia en un entorno hostil o si los enemigos no son zombies, pero son infectados que se comportan igual.
De este experimento podemos deducir dos cosas muy interesantes. La primera es que hay una crisis de creatividad, en la que sólo se van a salvar los mejores (porque es imposible que un usuario sea capaz de jugar tantos títulos parecidos en tan poco tiempo). La segunda es el regreso del "gamer" tradicional.
Porque a todos nos gusta ver nuevas sagas, pero nada arrancó más aplausos entre el público que las secuelas: Halo Infinite, Gears 5, Fallout 76 o The Elder Scrolls VI... y esperad a ver las reacciones que provocará The Last of Us 2 en el E3 2018. Esto no es necesariamente malo, aunque parecía que nos habíamos quitado de encima el "sambenito". El hecho de que ocurra tantas veces seguidas, por la propia estructura de las conferencias del E3, es lo que nos llama la atención.
¿Y Nintendo? ¿Cómo es que no lo mencionas en este análisis del E3 2018? Puede que en Switch no tengamos tantos juegos de acción postapocalíptica, en un mundo abierto, con toques de RPG... pero mañana en el Nintendo Direct nos volveremos locos con las secuelas de Smash Bros, Fire Emblem y (cruzo los dedos para que sea así) Metroid Prime. Así que se podría decir que está en la misma situación.
Todo esto no es malo. De hecho, personalmente me parece muy bueno, porque me encanta el género postapocalíptico... y cuando se trata de una secuela, no le pongo peros al regreso de las grandes sagas. Aunque reconozco que tantos juegos parecidos en tan poco tiempo hacen deslucir un poco la feria.
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