Angustia, rabia, lástima, miedo, tensión... pocas veces un juego me ha hecho sentir tantas emociones como Heavy Rain. Aunque ya lo jugué hace tiempo, algunas secuencias permanecen en mi memoria y espero disfrutar pronto del nuevo contenido descargable. Cuánto me alegra que haya compañías que se atrevan con propuestas diferentes y apasionantes.
Leí hace poco unas declaraciones de Cliff Bleszinsky, a quién acabamos de entrevistar para Hobby Consolas con motivo del reportaje de Gears of War 3 que llevamos este mes, en las elogiaba a Heavy Rain y a sus creadores, Quantic Dream. Entre otras cosas, afirmaba que Heavy Rain había creado su propio género, y que sus desarrolladores habían tomado muchos riesgos, porque él no habría sabido construir un juego así.
He hablado un par de veces con Cliff. Me cae bien. Estas declaraciones demuestran una humildad no demasiado habitual entre los grandes artistas de los videojuegos. En el E3 de 2008 también le vi acudir al stand de EA para felicitar efusivamente a la gente que había hecho Dead Space. Y que alguien que ha parido una obra maestra absoluta como Gears of War tenga un gesto de ese calibre, supone todo un detalle.
Por eso me alegra que coincidamos también en alabar la originalidad y la calidad de la experiencia de Heavy Rain. Y como decía él también, agradecer que haya gente dispuesta a tomar esos riesgos, en los tiempos que corren. No me entendáis mal, yo disfruto mucho con las propuestas y los desarrollos más convencionales. Pero también me encanta que me sorprendan de vez en cuando. Y la gente de Quantic Dream lo ha conseguido. Mi más sincera enhorabuena. Y ahora, a por Alan Wake...
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