Puede que su nombre no os suene demasiado. John Mcaleese, que ha muerto el pasado mes de agosto, era un miembro de los SAS británicos, que se hizo famoso después de dirigir el asalto a la embajada de Irán en Londres. Sus operaciones de combate se extienden a Irlanda del Norte, donde recibió una medalla por sus servicios, Irak y Afganistán. Y también actuó como guardaespaldas para tres primeros ministros británicos.
Quizá su aspecto si os suene un poco más. El bigote de herradura, los ojos pequeños y vivos, una cara arrugada llena de cicatrices. ¿Y su forma de actuar? Mcaleese y su equipo entraron en la embajada por una de las claraboyas del techo, volaron uno de los accesos y lanzaron una granada conmocionadora, que desorientó por completo a los terroristas. En 17 minutos abrieron fuego y acabaron con cinco terroristas (sólo se perdió la vida de un rehén en la operación). Al terminar la operación, Macalese le gritó a Margaret Thatcher que se quitase de en medio para poder ver la tele. Ahí tenéis al soldado que inspiró al capitán Price, de Modern Warfare.
Y no es el único soldado real a quien hemos visto reflejado en un juego. RichardDick Marzinko, creador del Seal Team Six (los que cazaron a Bin Laden) protagonizaba Rogue Warrior. Y también hemos conocido a Cowboy, el operativo de Tier 1 que inspiró el último Medal of Honor. Espero que mi blog sirva también de homenaje para ellos, los héroes reales detrás de los personajes de videojuegos.
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