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¡¡Qué falta de memoria!!

José Luis Sanz

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Corren tiempos difíciles para la memoria RAM. Ahora, cuando vamos a una tienda y nos llevamos un PC, solemos hacerlo con un mínimo de 4 GB bajo el brazo que, encima, el vendedor ya se encarga de recordarnos con cierta sorna que ya no dan para mucho. Esto me ocurrió literalmente el otro día y me dio por pensar si el chavalín que me lo estaba diciendo sabía las penurias que yo, jugador de todo lo jugable desde tiempos inmemoriales, he pasado a lo largo de los años por culpa de la memoria RAM.

Para los más viejos del lugar, que vienen de los 256 KB de los primeros PC (luego fueron creciendo hasta las 512 y 640), la memoria básica, la extendida y demás gaitas, estas cosas ya no les asustan, pero hubo un tiempo en el que los ordenadores montaban una cantidad de memoria ridículamente menor. Si cogemos esos 4GB de RAM y los multiplicamos por 1.024 sabremos la cantidad de MB que son. Concretamente 4.096. Si volvemos a multiplicar ese resultado por 1.024, calcularemos los KB, es decir, 4.194.304 KB. ¿Sabéis cuánta RAM tenían los ZX Spectrum, o los Commodore 64, o los MSX, o los Amstrad CPC? Pues entre los 16 y los 72 KB pasando por las cifras mágicas de 48 y 64 (obviaremos voluntariamente el único KB de un tal ZX 81). Todo un lujo para la época. Pero ahí no queda la cosa. Los programadores de entonces, pobrecicos, se buscaban las triquiñuelas más alucinantes para disponer de unos pocos KB que echarse a la boca... ¿y cómo lo hacían? Pues tirando de periféricos externos...

¡¡Qué falta de memoria!!

Hubo una compañía inglesa, llamada Mikro-Gen (y de la que unos chavales Made in Spain no le guardan especial recuerdo), responsable de los Everyone's a Wally, Pyjamarama o Three Weeks on Paradise, que se sacó de la chistera una ampliación de memoria para ZX Spectrum para uno de sus éxitos. ¿Quién no se acuerda de este peacho juego? Shadow of the Unicorn se lanzó a mediados de septiembre de 1985 para ZX Spectrum y contaba con una cualidad especial. Concretamente, la de añadir 16 KB de memoria a las raquíticas 48 de nuestro preciado microordenador. ¿Y era para tanto? Bueno, pues vosotros diréis. ¿Cómo es posible que con apenas 65.536 bytes (64 KB x 1.024 bytes), el juego contara con más de 65.000 pantallas distintas? ¿Magia o habilidad de los programadores?

Lo cierto es que cuando vivimos en la era del todo a 100… gigas, pensar que alguien era capaz de hacer un juego, divertido y largo, en lo que hoy no ocuparía ni la textura del casquillo de una bala de Call of Duty Modern Warfare 2 da bastante yu-yu. ¿No os parece? Por si acaso, recemos por el alma del chaval de la tienda de informática con una oración Tape Loading Error y sus diez minutos de carga desde el casete, para que Dios le alumbre y sepa, de verdad, lo mucho que pueden dar de sí 4.194.304 KB de memoria RAM...

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