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Retrocompatibilidad, emulación y PS Now

Xbox One

Apenas hace dos semanas que Microsoft se apuntó un tanto con la llegada de la nueva experiencia Xbox One, que entre otras novedades, incluía la retrocompatibilidad con 104 juegos de Xbox 360. Basta con meter el disco original de 360 en One para que comience una descarga digital que nos da acceso a dicho juego en nuestra nueva consola. Así de simple. Vale que entre los primeros títulos faltan grandes nombres del catálogo de 360, pero Microsoft promete mejorarlo y engordar paulatinamente la lista.

Esta retrocompatibilidad es, en realidad, una emulación de Xbox 360 en Xbox One. XO entiende que está cargando un juego llamado “360”, que es en realidad el sistema operativo completo de 360 emulado más el juego en cuestión y, por eso, es posible hacer streaming y capturas o utilizar el resto de funciones del interfaz de XO. Una solución más que correcta, aunque por el momento no es compatible ni con Kinect (ni lo será) ni con los juegos multidisco como Blue Dragon (están trabajando en ello).

 

Retrocompatibilidad, emulación y PS Now

Tampoco descartan añadir, en el futuro, retrocompatibilidad con la primera Xbox, pudiendo así tener parte de las 3 generaciones de Xbox en una misma máquina. No os voy a negar que, como defensor y coleccionista del formato físico, aplaudo este tipo de iniciativas … pero tampoco os voy a negar que pasada la curiosidad y las pruebas iniciales sé positivamente que, a título personal, lo voy a utilizar entre poco y nada. Y os voy a contar porqué: porque ya me ha pasado antes. Y más de una vez.

PlayStation 2 incluía de serie la opción de reproducir los juegos de PSone, introduciendo opciones como un suavizado de texturas y un acceso al disco algo más rápido. Recuerdo de forma clara y cristalina que estrené esta función con Vagrant Story… pero pasado el flipe inicial, seguí ahondando en el catálogo de PS2 y no volví a ejecutar un juego de PSone. También piqué con una PS3 de lanzamiento, la que era retrocompatible y con 60 GB de disco duro. ¿Os digo cuántas veces usé la retrocompatibilidad? Pues, de nuevo, no llegó ni a dos veces.

Entiendo que para un sector importante de los jugadores, vender la consola “vieja” es el trampolín para saltar a la siguiente generación, y que, aún desprendiéndose de la anterior generación, se conservan algunos  juegos por nostalgia, por los recuerdos de los buenos ratos que nos han hecho pasar. En este sentido, la retrocompatibilidad permite acceder a esos recuerdos en cualquier momento, aunque no tengamos con nosotros la máquina que lo permitía (aunque yo prefiero revisitar los juegos en su propio hardware).

Es decir, entiendo y respeto que la retrocompatibilidad sea un argumento válido y/o determinante a la hora de decidir la compra o no de una nueva consola, al igual que puedo entender que a otra parte de los jugadores se la traiga al pairo. Lo que no acabo de entender es la brecha, el debate, la polémica que se ha abierto entre los usuarios: que Microsoft nos cuida, que si Sony Computer Entertainment pretende cobrarnos otra vez por los mismos juegos… Vamos, el clásico Nintendo vs Sega de los 90, pero en pleno siglo XXI y con Xbox One y PS4.

Lo digo porque ambas son megacorporaciones, no un colega de toda la vida que mire por nosotros. Su principal objetivo es vender el mayor número de consolas posible y si para ello tienen que introducir la retrocompatibilidad, pues lo hacen. O lo harán. O anunciarán que lo están valorando. En el caso particular de España, la marca Xbox está en una posición más delicada frente a PlayStation que en otros territorios, por lo que, todo refuerzo posible para diferenciarse del rival y buscar una ventaja competitiva, bienvenido será. Es un primer paso en la retrocompatibilidad; y es un paso que suma, no resta.

Pero que Xbox One sea retrocompatible no es incompatible con que la competencia opte por sacar “remasterizaciones” a 1080p y 60 fps de algunos de los juegos clave de su catálogo, una tendencia que permite a gente que no jugaba (o que jugaba en otras plataformas) descubrir algunas series y sagas exclusivas puestas al día. Nadie nos pone una pistola en la sien para que volvamos a comprarlos, y, de hecho, si no se vendieran probablemente dejarían de salir. Si no lo hacen, es porque su coste debe ser relativamente bajo y tienen su público (supongo que fans y gente que no lo jugó en su día o que los quiere rejugar).

Pero aunque no estemos conformes con esta tendencia, pasa como con los DLC: si la gente no comprara, quizá no los veríamos. Si la gente los compra, es porque los quiere. Si hay oportunidad de negocio, las megacorporaciones no las van a desaprovechar. Y esta “guerra” de retrocompatibilidades es una de de estas oportunidades. Para Microsoft, no deja de ser un vehículo más para ganarse la confianza del usuario, sobre todo del que ya tenía una 360, al poder utilizar sus discos originales y recuperar sus juegos en formato digital para la nueva consola.

Para Sony, que recientemente ha confirmado que trabaja en la retrocompatibilidad de PS2 en PS4,  esta guerra tiene muchos frentes, y casi todos con estrategias aún no muy claras, que no se sabe hacia donde van. Por un lado,  3 de los 4 juegos de la edición limitada de PS4 de Star Wars de PS4 son juegos de PS2 que, gracias a la emulación, son retrocompatibles con PS4. Sony ha confirmado que trabaja en esta línea, y que los juegos se ven a 1080p, 60 fps e incluso tienen trofeos.

 

Retrocompatibilidad, emulación y PS Now

Sony no ha entrado en más detalles aún porque, probablemente, anunciará algo en la PlayStation Experience de diciembre, pero ya de momento tiene una buena “papeleta”. Si sigue el camino de experiencias anteriores, cada nuevo juego de PS2 compatible con PS4 se lanzará solo vía digital y habrá que volver a pagar por él, haciendo que nuestra colección de juegos originales sea inútil. Otra cosa distinta sería que lanzase una aplicación, gratis o de pago, y pudieramos cargar nuestros DVD directaemente.

Y, puestos a emular, ¿no sería posible hacer lo propio con PSone? Con PS3 dijeron que sería imposible por las diferencias en la arquiterctura pero, en cualquier caso, sean los juegos de forma indipendiente o el emulador “pelao” lo que se ponga a la venta en el futuro, ¿qué papel dejaría esta opción a PS Now, el servicio de streaming de juegos? La emulación de sistemas anteriores restaría por completo la “teórica” utilidad de este servicio, porque si virtualmente podríamos tener los juegos en nuestro disco duro, ¿para qué el streaming? ¿solo para los juegos de PS3?

Por el momento PS Now solo está disponible en dos países, EE.UU. y Reino Unido, y en ambos casos los catálogos son aún bastante limitados (150 juegos en Reino Unido, el doble en USA), con precios que oscilan desde los 2 euros por un “alquiler” de 4 horas de un juego a 19,99 euros por una cuota al estilo Netflix que nos da acceso a todo el catálogo durante 30 días. El problema es ese que, por ahora, los catálogos son muy limitados y lo ideal es que dieran acceso a los catálogos completos, juegos japoneses no editados aquí incluidos. Un servicio “global”.

Esperemos que Sony despeje todas estas dudas en breve, pero por ahora, con los pocos datos confirmados, parece que Microsoft lleva la delantera en lo que se refiere a retrocompatibilidad. Y podría seguir así si se confirma que para disfrutar de los juegos de PS2 en PS4 la única vía posible va a ser volver a pasar por caja. Si Microsoft lo ha conseguido que Xbox One pueda utilizar los discos de Xbox 360 para reconocer el juego y descargarlo, sin tener que volver a comprarlo, ¿por qué no se debería poder con PS2 en PS4?

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