Hay una frase que suelo tener en mente, muy a menudo. Es aquella que dice que "el pasado vuelve para moderte el culo, cuando menos te lo esperas". Unas veces lo hace en fotos de aquella fiesta en la que bebiste (demasiado), otras en forma de apuesta con tu jefe sobre hacer una tertulia con bigote porque "no hay huevos"... Y luego, una que no está exenta de ironía: la de aquel actor con el que metiste la pata en uno de tus primeros artículos en tu actual curro y ahora se va a convertir en Batman. Lo que viene siendo el equivalente en este negocio a una mina anti-persona, vaya, y de la que, a lo mejor, alguno de los veteranos de Hobby todavía os acordáis.
Fli-pa-mos con esta espectacular figura de Batman de Revoltech
Si habéis estado atentos a las noticias, sabréis ya que Robert Pattinson podría ser el nuevo Batman. Vamos, que es tan solo cuestión de que se formalice oficialmente, pues todo el mundo da ya por hecho. A falta de confirmación oficial, el actor de Crepúsculo podría ser el nuevo Bruce Wayne, después de que los problemas de Ben Affleck con... err, las fotos de fiesta (para que nos entendamos) le estén pasando factura a su vida personal y a su salud.
Como bien sabéis ya, Pattinson se ha impuesto a actores como Arnie Hammer o Joey Lawrence, firmes candidatos al papel. Al final, el gato al agua se lo ha llevado el ex-ídolo adolescente y esté será el que comience a rodar este año con Matt Reeves la nueva película de The Batman.
Ahora bien, la pregunta del millón, que más de una persona se hará ¿Es Robert Pattinson una buena elección como nuevo Batman? Para el autor de estas líneas la respuesta es un rotundo SÍ. Lo cierto, aunque teníamos otros candidatos para Batman en mente, a mí me parece, y cito textualmente de la respuesta a Dani Quesada, divino.
Como os conozco, ya sé lo que (alguno) empezará a refunfuñar, seguid leyendo, porque la creo que la cosa merece una cierta explicación.
Esta será una vida mejor, mucho mejor
Si hay alguien que sepa de cómic en esta sala, seguramente haya captado la referencia al vuelo. Se trata de la frase con la que Bruce Wayne concluye el relato de El regreso del Caballero Oscurode Frank Miller, en su edición original de Zinco en España. Esta, por cierto, es una obra de cabecera del personaje con la que os animo que os quedéis en mente, porque luego volveremos sobre ella. Y si, no os la habéis leído, ya estáis tardando.
Hay un sofisma al que los fans de los cómics solemos recurrir (incluido el aquí presente) y que, a Stan Lee y Kevin Feige gracias, está cayendo el desuso. Es el de "el personaje de la película" debe ser igual al de los cómics. Esta falacia se desdice por dos motivos principales. Uno, porque, como ya he dicho en algún otro blog, que una película sea una lectura literal del cómic, no asegura su éxito. Y si no, fijaos en la nueva Hellboy (incluso en su versión sin censurar). Y, dos, porque...¿a qué etapa de los cómics nos estamos refiriendo?
Pongamos, por ejemplo claro a Spider-Man. Las (ejem) tv-movies de los 70 pretendían hacer un cruce de trucha y mono entre la moda del cómic de la época con las películas de artes marciales del momento. Las trilogía de Raimi intentaban rendir homenaje al tono y enfoque de Stan Lee y Ditko; las Amazing Spider-Man de Marc Webb quería fijarse en la etapa Romita, Spider-Man Homecoming y su secuela beben mucho de Ultimate Spider-Man.
Esto, a su vez, podemos aplicarlo también al personaje que nos ocupa. Tim Burton hizo muchos homenajes en su Batman personaje pulp clásico de los años 40, empezando por esta arquitectura y tono gótico. Joel Schumacher hizo lo propio, mezclando el trabajo de Burton con el de la serie de Batman del 66.
En tanto, Christopher Nolan se fijó (espiritualmente) en el Batman de Neal Adams (Superman vs. Muhammad Ali) de los 70 para hace su trilogía del Caballero Oscuro. En tanto, Zack Snyder quiso mezclar el planteamiento de Scott Snyder en el Nuevo Universo DC y el Batman de Frank Miller para recrear al personaje en Batman v Superman y Liga de la Justicia.
Entendiendo esto, he de haceros una pregunta: ¿no os recuerda esa estructura ósea, la de su rostro a cierto retrato de Batman? A mi sí. Precisamente a la del Bruce Wayne de Frank Miller, en su saga de El Caballero Oscuro de la que os hablaba antes. Es decir, una cara cuadrada y un rasgo muy propio de la fisonomía de Wayne, de acuerdo al canon de diversos autores: el gesto y la mirada lobuna. Un aire que el actor capta bastante bien de forma natural.
Par ilustrarlo, pongo como ejemplo la galería de imágenes de Dark Knight III: The Master Race (cuya reseña cae en breve), en donde el dibujante Andy Kubert "imita" los lápices de Miller. En dicho cómic, el autor recrea no solo la versión venerable de Bruce Wayne, sino también su versión rejuvenica. En ella podéis ver el gesto del yayo Bruce, que opino que Pattinson podría relejar sin romperse la cabeza ni sobreactuar.
Y aun así, aunque no sea un parecido calcado, creo que también debemos dar carpetazo ya al sambenito de Crepúsculo que arrastra Robert Pattinson (o Battinson, a partir de ahora). Y aceptar que este profesional de la actuación ha hecho más películas y papeles además del de galán o, como dirán sus detractores, "mojabragas adolescentes". A saber, entre sus otros trabajos (que no entraremos a valorar), se encuentran Z. La ciudad perdida, Damsel, La infancia de un líder y alguna que otra película indie. No es que se haya quedado encasillado, precisamente.
Además, tened en cuenta que no sería ni el último actor o actriz que se reciclase, tras iniciarse como personaje de películas de amor o comedias románticas. Por ejemplo, ¿alguien dijo Leonardo Dicaprio? Pues eso mismo.
Otra cosa que hay que tener en mente es no solo el parecido entre personaje e intérprete, ni tampoco la solvencia del actor. También hemos de tener en cuenta si el guión estará a la altura y si Matt Reeves sabrá dirigirlo para sacar oro de él y del resto del reparto. Muchas veces, una mala historia no se sostiene por mucho que los intérpretes sean grandes profesionales. Y si no, atentos al penultimo episodio de Juego de Tronos, y las críticas que ha recibido. En otras palabras, la calidad de su Batman no solo depende de él. Y lo mismo podemos decir de la dirección. Si no hay entendimiento entre el reparto y el cineasta, no hay nada que hacer. Como ocurrió con los 4 Fantásticos de Josh Trank, por ejemplo.
Dicho esto, ya solo queda esperar y ver si la cosa se confirma de forma oficial y Robert Pattinson se convierte en el nuevo Batman. El décimo, contando todos los del cine. Aunque, posiblemente haya muchos más, si tenemos en cuenta a Kevin Conroy (voz de Batman en los dibujos y videojuegos) y otros actores de voz.
Lo único malo que podemos sacar de todo esto, eso sí, es que con el cambio de rostro de Batman, también habrá un cambio de voz en España. Desgraciadamente, nuestro Claudio Serrano podría dejar de ser Batman, al menos en las películas. ¡Ojalá lo mantengan para juegos y series!
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