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Videojuegos, más allá del entretenimiento - Assassin's Creed o The Last Guardian

Clara Castaño Ruiz

The Last Guardian

Siempre se ha dicho que los videojuegos nacieron para divertir, y eso es algo que yo no voy a negar. Pero, en el momento en el que actualmente se encuentra la industria, son mucho más que un mero entretenimiento. Los videojuegos son arte, son educativos, y pueden ayudar a superar tragedias. Quiero explicaros algunas de las razones por las que yo considero que los videojuegos van más allá del entretenimiento

Los videojuegos son arte

Muchas veces, hablando con mis amigos u otros compañeros, hemos coincidido en que los videojuegos tienen que considerarse como arte. Está claro que, para cada uno, el arte es muy subjetivo. Tienes opiniones diferentes, lo que a ti te puede parecer una maravillosa obra, a otro le puede parecer una patata. Pero, el mero hecho de estar discutiendo sobre si algo es arte o no, ya le da cierto valor. Además, si hacemos caso a la definición de arte: Cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con una finalidad estética y comunicativa, mediante la cual se expresan ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, a través de diversos recursos, como los plásticos, lingüísticos, sonoros, corporales… Los videojuegos siguen muchas de estas pautas. Ahí tenemos ejemplos recientes como The Last Guardian o Virginia. Sin grandes gráficos, pero con un estilo artístico muy personal, han querido contarnos una historia diferente y experimentar con el jugador.

La verdad es que, habiendo estudiado Historia del Arte, siempre he colocado a los videojuegos al mismo nivel que el cine o la música, y no soy la única. En el último Fun & Serious Game Festival de 2016, varios artistas españoles quisieron promover un debate sobre la vinculación de los videojuegos y la cultura. Yo, no puedo estar más de acuerdo con ellos. Detrás de un videojuego hay guionistas, diseñadores de arte, directores de sonido… Un montón de trabajadores que también nos encontramos en películas o series de televisión. Entonces, ¿por qué no considerar el videojuego como un arte? Parece extraño plantear esta pregunta a estas alturas de la vida, pero es que todavía algunos dudan de que realmente los videojuegos se puedan considerar como tal. No hay que irse muy lejos para recordar una viñeta de Forges en la que ponía de vuelta y media a Destiny. Ojo, a mí no me gusta ese juego, pero igual que consideramos Merda d'artista de Piero Manzoni una obra de arte, Destiny no es sólo un videojuego matamucho

Los videojuegos entran en las escuelas y forman parte de la educación

¿Qué los videojuegos son educativos? Pero si sólo incitan a la violencia y a vivir en soledad. Cuando alguien hace comentarios así, me llevo las manos a la cabeza y evito que me salga espuma por la boca. ¿Sabéis por qué? Os lo voy a contar.

Desde hace mucho tiempo, los videojuegos han entrado en las escuelas para enseñar programación. No tanto en España, pero sí en Estados Unidos y otros países de la Unión Europea. La razón es bien sencilla, aprender programación es enseñar a los niños matemáticas, lógica, fomenta la creatividad al permitirles crear sus propios juegos. La programación enseña a resolver problemas, es muy divertida y nos ayuda a conocer cómo se mueven objetos cotidianos como un ordenador o un semáforo.

Minecraft es uno de los videojuegos que con más fuerza ha entrado en los colegios, incluso Microsoft ha apostado por ella creando una herramienta conocida como Minecraft: Education Edition. Gracias a el juego de Mojang, se aprende algo de código Java, especialmente a la hora de modificar personajes, crear variables y condicionales. Bien aplicado, sirve para enseñar conceptos matemáticos, ciencias naturales y hasta historia. Y, hablando de esta asignatura, Assassin’s Creed también ha entrado en las escuelas. La trilogía de Ezio Auditore es utilizada por algunos profesores para enseñar la época del Renacimiento y la aventura de Arno, sin entrar en sus bugs, es un buen juego para hablar de la Revolución Francesa. Pero, no es la única saga de videojuegos, Age of Empire, Civilization y otros grandes títulos de estrategia también son utilizados en clase. 

Otro caso conocido es el The Walking Dead de Telltale Games, que ha entrado en las escuelas para enseñar ética. Las decisiones que tenemos que tomar en la aventura de Lee y Clementine son analizadas por los alumnos y debatidas en grupo con ayuda del profesor con el fin de razonar. Como veis, los videojuegos se alejan una vez más del mero entretenimiento para educar de forma dinámica y motivar a los estudiantes.

El uso de videojuegos para la educación se conoce como gamificación o ludificación. Consiste en el uso de técnicas, elementos y dinámicas propias de los juegos y el ocio, en actividades no recreativas con el fin de motivar y reforzar ciertas materias. Sus objetivos son mejorar el sistema cognitivo, emocional y social. Al tener que seguir unas normas y lograr unos objetivos concretos, mejoramos a la hora de entender la información, la percepción, el razonamiento, la memoria… Ya me hubiera gustado a mí aprender en el colegio con videojuegos. 

Los videojuegos como terapia

Por último, me gustaría hablaros de los videojuegos como terapia. Este 2016 se estrenó That Dragon, Cancer, un juego que se financió a través de Kickstarter y que fue creador por los padres de Joel, un niño afectado por un cáncer terminal. ¿Por qué querían contarnos sus desarrolladores su dolorosa experiencia? El pequeño falleció y el videojuego sirvió como homenaje de sus padres, al mismo tiempo que como terapia para saber afrontar esta triste perdida. That Dragon, Cancer es una aventura narrativa o interactiva en la que acompañamos a la familia por todos los pasos de la enfermedad, mientras vamos tomando decisiones complicadas. Todo con el fin de enseñarnos a enfrentarnos a la muerte, con esta carta de amor de un desarrollador de videojuegos a su hijo.

Hay otro tipo de terapias en las que pueden ser beneficiosos los videojuegos. Está demostrado que ayudan a afrontar algunos tratamientos médicos como la quimioterapia y que motivan a los pacientes con trastornos de control. También pueden ser beneficiosos para las personas con daños cerebrales o ayudar a mejorar la movilidad a aquellos pacientes que han sufrido algún tipo de accidente. Así pues, una vez más, queda claro que los videojuegos van más allá del entretenimiento

Creo firmemente que los videojuegos, utilizados con responsabilidad y cabeza, se pueden emplear para muchos fines medicinales, artísticos, educativos y sociales. En los tiempos que corren, los videojuegos son mucho más que diversión y es necesario que empiecen a ser valorados, así como estar ajenos de cualquier acontecimiento violento cuando no sabemos a quién culpar de las desgracias que ocurren en nuestro Mundo. ¿Pensáis que los videojuegos están más allá del entretenimiento

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