Ayer Microsoft ganó una batalla en favor de la libertad. Fue durante el breve anuncio del Xbox Adaptative Controller emitido con motivo de la Super Bowl. Uno que, para la inmensa mayoría, ha servido solo para poner un comentario amable en sus Redes Sociales o, en el peor de los casos, para tildar a la compañía norteamericana de populista, que también he leído a algún despistado por ahí. Ya sabéis que hay gente para todo.
Pero lo que la mayoría ignora es que, gracias a este nuevo invento, la vida de miles de personas va a cambiar de una forma que no son capaces de imaginar.
Vivir con una discapacidad, ya sea física o psíquica, no es fácil. Nada fácil. Incluso a día de hoy, cuando se ha avanzado mucho, tanto a nivel de concienciación como en el ámbito legislativo, en la integración de estas personas en la sociedad.
Pero lo que muchas veces se nos olvida es que ellos, y en especial los niños, tienen muchísimas necesidades más allá de las vitales rampas de acceso, centros de estudio adaptados o demás "facilidades" arquitectónicas.
Para un niño discapacitado poder ir a su colegio con normalidad, sin enfrentarse a barreras, es muy importante. Pero lo es aún mucho más sentirse un miembro en igualdad de condiciones dentro de su pandilla de amigos.
Para ello. No te vale con que, simplemente, "puedas ir al colegio o coger el autobús tú solo". No. No eres capaz de ver "la suerte que tienes" o "lo que ha avanzado todo". O que llevas una vida "normal", por mucho que se empeñen en repetírtelo.
Para ti, lo "normal", lo que realmente quieres es hacer exactamente lo mismo que hacen tus amigos. Cuando eres un niño lo único que eres capaz de pensar es: ¿De qué me sirve tener la opción de bajar al patio de forma autónoma si luego todos mis amigos están hablando de su partida de Fortnite de ayer y yo no puedo jugar?
Por supuesto, cada caso es un mundo y, día tras día, hay que hacer un gran esfuerzo por aceptar tus propias limitaciones. Pero, aquí está la cuestión principal: ¿Cuántas de estas limitaciones son propias, inevitables, y cuántas te vienen impuestas?
Cosas tan pequeñas, y a la vez tan enormes, como el lanzamiento de este mando de consola adaptado hacen que, afortunadamente, esa línea sea cada vez más difusa. Que contribuyan, de verdad, a que creamos, A QUE SEPAMOS, que los que tenemos una discapacidad podemos con todo. Que sí somos "uno más".
Gracias a este dispositivo, miles de niños (y mayores) en todo el mundo van a dar un paso de gigante en su integración en la sociedad. Y, en este caso concreto, me alegra especialmente.
Y es así porque no puedo evitar sentir una inmensa felicidad al pensar en todo lo que tiene que significar para un niño que, hasta ahora, "no ha podido", descubrir que sí, que claro que podía y que ahora, por fin, puede, disfrutar de algo tan mágico como son los videojuegos.
Y no solo porque nos entretienen, nos sirven de vía de escape o nos cuentan historias maravillosas. Sino porque, hoy en día, los videojuegos son parte indispensable de nuestra sociedad. Para muchos, incluso, se han convertido en una forma de vida. Y, ahora, otros muchos que antes no podían, van a tener la posibilidad de elegirla. Eso es libertad.
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