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Análisis de The Legend of Zelda: The Wind Waker HD

Análisis de The Legend of Zelda: The Wind Waker HD
Nintendo echa la vista atrás para recuperar uno de los mejores (y más polémicos) capítulos de The Legend Of Zelda. En el salto de GameCube a Wii U, The Wind Waker ha ganado algunas cosas y ha perdido otras, pero su inolvidable mecánica permanece inalterada, para conquistar a las nuevas generaciones y volver a enamorar a quienes navegaron sobre Mascarón Rojo hace ya 10 años.

Antes de entrar en harina con este remake HD, es preciso reivindicar, por partida doble, el juego original y la consola para la que fue creado. The Wind Waker era un gran juego, para muchos (incluyendo un servidor) era superior a los posteriores Twilight Princess y Skyward Sword, pero en 2003, su estética de dibujo animado fue recibida como una patada en los ojos entre los fans más integristas de Zelda.

Respecto a GameCube, todos estaremos de acuerdo en que la pobre mereció mejor suerte. En manos de Nintendo aquella maravillosa consola cuadrada nos ofreció un puñado de obras maestras, pero los third parties acabaron sepultándola bajo toneladas de mediocres adaptaciones de títulos de Playstation 2, desaprovechando toda su potencia gráfica.

Dos lustros después, Nintendo recupera el clásico, mejora su apartado gráfico e introduce unos cuantos cambios para acallar algunas de las críticas hacia el original. No vamos a negarlo: todos habríamos preferido un Zelda 100% nuevo para inaugurar la franquicia en Wii U, pero si no jugaste al original en su día, o bien estás harto de dejarte la vista al conectar la GameCube o la Wii a la tele LCD, este remake HD es una oportunidad de oro para disfrutar de una obra maestra capaz de mirar a la cara (e incluso darle un par de collejas) a la mayoría del catálogo existente de Wii U.

Análisis de The Legend of Zelda: The Wind Waker HD

Un océano de diversión

Nintendo lleva décadas explotando la misma mecánica y los mismos personajes, pero con la suficiente maestría para hacer de cada The Legend of  Zelda algo completamente nuevo. El fan sabe que volverá a reencontrarse con Link, Zelda y Ganon. Con las mazmorras, los cofres y la Trifuerza. La audacia de The Wind Waker radica en edificar todos esos elementos sobre un escenario radicalmente distinto: el mar. Aquí no hay bucólicas praderas: los 49 cuadrantes en los que se dividen el mapa del juego están anegados por las aguas.

Para viajar de una isla a otra, de una fortaleza al templo de marras, será necesario surcar las aguas a bordo de Mascarón Rojo, un barco dotado de voz y conciencia, que se convertirá en el tutor y el principal aliado de Link en esta aventura. Esto añade una dosis extra de exploración a The Wind Waker, ya que no sólo rastrearemos islas e islotes, sino también lo que se oculta bajo las profundidades del océano. Recuperaremos tesoros sumergidos, sufriremos el acoso de piratas y monstruos marinos y seremos testigos de cómo el día da paso a la noche mientras manipulamos la dirección del viento para navegar a nuestro antojo.

Armado con la Batuta de los vientos, Link también será capaz de invocar tornados con los que viajar de un punto a otro del mapa e incluso de tomar el control de otros personajes para resolver determinadas mazmorras. Cada una de éstas, por supuesto, despliega los elementos clásicos de la saga: la brújula, el mapa, unas cuantas llaves y esa determinada arma con la que vencer al jefe de turno y alcanzar, posteriormente, nuevas zonas que hasta entonces nos estaban vedados. En el fondo es lo de siempre. Y nos encanta.

Análisis de The Legend of Zelda: The Wind Waker HD

La progresión de la aventura es modélica. The Wind Waker HD está repleto de secundarios inolvidables, minijuegos, misiones secundarias y secretos. A diferencia de otros Zelda, la libertad de movimientos es absoluta desde los primeros compases del juego. Una vez que hayamos montado la vela sobre Mascarón Rojo, podremos explorar el océano a nuestras anchas. Sobornando a los peces con cebo para completar la cartografía del mapa, batiendo nuestra marca en las pruebas de navegación o en el vuelo con Hoja Deku o bien tomando fotos de los habitantes de cada isla con las que fabricar figuritas gracias al Club Minitendo. Será el jugador quien marque el ritmo de una aventura que nos puede llevar días o semanas completar.

Adiós Tinglevisión, hola Gamepad

Dada la calidad del material original, este remake HD no requería de grandes mejoras, mas allá del lavado de cara a nivel gráfico. Uno de los grandes aciertos del juego de 2003 era la posibilidad de conectar la GBA a la GameCube para disfrutar de una segunda pantalla de juego, bautizada como Tinglevisión, a través de la cual era posible observar el mapa de la mazmorra que estuviéramos explorando en ese momento. La pantalla táctil del Gamepad cumple ahora ese papel, permitiéndonos gestionar en todo momento las armas y los objetos de Link sin necesidad de pausar la acción. Y además nos dará la situación de nuestro barco y nuestro siguiente objetivo, a la hora de navegar.

Análisis de The Legend of Zelda: The Wind Waker HD

Jugar con el Gamepad ofrece grandes ventajas (también es posible jugar directamente en la pantalla del mando, independientemente del TV) pero también unos cuantos inconvenientes. El uso del sensor de movimiento, a la hora de apuntar con determinadas armas en primera persona, no es todo lo preciso que nos gustaría. De hecho, a la hora de afrontar algunos jefes finales, casi compensa más desactivarlo desde la pantalla de opciones. Los sticks del Gamepad tampoco responden como deberían a la hora de saltar de una plataforma a otra (el salto automático de Link nos sacó de quicio en más de una ocasión). Lo más recomendable es limitar el uso del Gamepad a la pantalla táctil y recurrir al mucho más fiable mando Pro, si tenemos la fortuna de poseer uno.

Otra novedad de The Wind Waker HD es la incorporación del Miiverse a la mecánica de juego, a través de la Botella Tingle, con la que podremos compartir mensajes y pistas con otros jugadores. También nos ha gustado mucho el nuevo modo Héroe, que dispara el nivel de dificultad, multiplicando el daño que recibimos por parte de los enemigos al tiempo que elimina la aparición de corazones extra. Dado que este remake nos ha parecido bastante más fácil que el original de GC (sobre todo en el enfrentamiento con algunos jefes), activar el modo Héroe no es mala opción, si no queremos llegar hasta Ganon demasiado pronto.

Los otros grandes cambios introducidos en The Wind Waker HD responden a dos de las mayores críticas hacia el original: la lentitud a la hora de navegar  entre islas y lo farragosa que se hacía la búsqueda de los fragmentos de la Trifuerza, hacia el final del juego. Para contentar a los usuarios más agonías, Nintendo ha introducido la posibilidad de navegar el doble de rápido, gracias a una nueva vela que podremos conseguir en la casa de subastas.

Análisis de The Legend of Zelda: The Wind Waker HD

También se ha simplificado la búsqueda de la Trifuerza, encerrando algunos fragmentos directamente en cofres, en lugar de obligarnos a buscarlos todos a través de los mapas que nos traducirá Tingle. Esto alegrará a muchos, pero a un servidor le parecen que son dos cambios desafortunados, especialmente el segundo, ya que nos esquilma a todos, sin que haya posibilidad de evitarlo, parte de la diversión del original.

Un fabuloso lavado de cara

No exageramos al decir que The Wind Waker es, de entre todos los títulos del catálogo de GameCube, el que menos ha sufrido con el paso del tiempo. Su colorido y estética cartoon nos dejaron boquiabiertos hace 10 años. Semejante material original no ha sido desperdiciado por Nintendo, que con este remake hace trizas la barrera entre videojuego y dibujo animado, gracias a la mejora de las texturas, la subida de resolución hasta alcanzar los 1080p y el salto al formato 16:9.

No han faltado las críticas hacia el nuevo motor de iluminación, pero tras pasar 5 días en compañía de Link, en entornos oscuros y a cielo abierto, un servidor sólo tiene buenas palabras hacia los gráficos de este remake. Incluso he llegado a perdonarle la intermitente aparición de popping, bajo el hechizo de esos atardeceres en el mar, surcando las olas a bordo de Mascarón Rojo.

Análisis de The Legend of Zelda: The Wind Waker HD

Diez años después de la primera aparición de The Wind Waker, todos somos más viejos y bastante más cínicos, pero nuestra historia de amor con este clásico está lejos de apagarse. Renace, una vez más, al calor de un remake algo hinchado de precio (60 euros se nos antoja algo excesivo para un remake HD), pero sustentado en unos gráficos deslumbrantes, una mecánica irresistible y el incontestable carisma de un pequeño héroe vestido de verde. Ojalá volvamos a verle muy pronto en Wii U, y esta vez en un título completamente nuevo.

VALORACIÓN:

Aunque habríamos preferido un Zelda 100% nuevo, este remake HD es capaz de sacarle los colores a la mayoría del catálogo de Wii U. Si te perdiste el original de GameCube, no lo dejes escapar bajo ningún concepto.

LO MEJOR:

Navegar a bordo de Mascarón Rojo. Su estética de dibujo animado.

LO PEOR:

El control con el Gamepad. Un precio un tanto elevado, para tratarse de un remake HD.

Plataformas:

Wii U

Hobby

93

Excelente

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