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Análisis de Need for Speed Payback para PS4, Xbox One y PC

José Luis Ortega

Los coches de 'Need for Speed Payback'
La saga Need for Speed está de regreso con una propuesta tan desenfadada como divertida, dispuesta a satisfacer a los fans de la saga tras un pequeño periodo de reflexión. Need for Speed Payback llega con la premisa de hacernos sentir dentro de una película de Fast & Furious, aunque no tengamos tantos músculos como Toretto.

Tras un periodo de tiempo en el que predominaba la abundancia de juegos de la saga Need for Speed en los que la calidad de éstos era, como poco, dudosa, llegó el periode inflexión. Un lapso de tiempo que se culminó en 2015 con el reboot de la marca a cargo de Ghost Games, un estudio afincado entre Suecia e Inglaterra conformado, en gran parte, por ex trabajadores de Criterion Games, empresa responsable de la inolvidable saga Burnout.

El sendero de los neones

Bajo las bases tomadas en aquel reinicio llega ahora Need for Speed Payback, una entrega que pretende continuar el sendero trazado para devolver a la serie de Electronic Arts al lugar en el que estuvo no mucho tiempo atrás. El nombre tira, y el poder mediático de Need for Speed es bastante poderoso. Eso, a veces es un arma de doble filo, ya que las expectativas que se generan son mayores. Pero os aseguramos que no quedaréis decepcionados con Need for Speed Payback, ya que ofrece prácticamente todo lo que un fan de la saga quiere.

Need for Speed Payback es, probablemente, lo más parecido a una película de la saga Fast & Furious que podemos encontrarnos en el mundo del videojuego -con permiso de los propios títulos basados en las andanzas de Toretto y compañía, claro-. Desde Ghost Games han optado por implementar un trasfondo cinematográfico que le sienta a las mil maravillas y desarrollarlo en un enorme mundo abierto en el que dar rienda suelta a nuestra imaginación y pisar a fondo el acelerador para cruzar la línea de meta en primer lugar.

Fast & Furious conoce a Michael Bay

El papel protagonista de Need for Speed Payback recae en Tyler Morgan, el cabecilla de una humilde banda que quiere vengarse de una traición orquestada por La Casa, el cartel que controla todos los trapos sucios de la ciudad. Su séquito lo conforman Jessica Miller y Sean McAllister (Jess y Mac para los amigos). Los tres deben mostrar su pericia al volante para ir subiendo escalafones y hacerse con el control de la ciudad para devolverle el honor perdido, y de paso cobrarse una venganza.

Narrativamente, como veis, no se han estrujado demasiado los sesos, con una premisa de lo más tópica y habitual en este corte de propuestas. Aun así, como si de una película de sobremesa de Antena 3 se tratara, tiene ese 'algo' que nos engancha hasta el final, ya que la trama está repleta de giros argumentales y, sobre todo, personajes con carisma. El trío principal se complementa a la perfección, con personalidades de lo más distintivas y con una presencia bastante presente de chascarrillos humorísticos, gracias especialmente al bueno de Mac. Así, gracias a su carisma, consiguen ganarnos y hacernos sentir casi propia su 'vendetta'. Hecho que tiene bastante mérito, ya que sus personalidades se desarrollan por medio de conversaciones desde el vehículo, y solo los vemos de forma puntual en las emocionantes y peliculeras secuencias cinemáticas perfectamente dobladas al castellano, para que no tengáis la excusa de que estábais leyendo los subtítulos mientras os piñáis contra la pared.

NFS Payback 1

Pero aquí estamos para conducir y no para comer palomitas. Y desde luego que en Need for Speed Payback tenemos asfalto para rato. Asfalto, y campo. El inmenso escenario que tenemos a nuestra disposición está conformado por carreteras urbanas, pero también por otros entornos como cañones, desiertos y montañas. Esto aporta versatilidad a la propuesta, consiguiente que no haya lugar para la desidia y que cada carrera transcurra sobre un nuevo entorno al que debemos adaptarnos para progresar. Ese dinamismo es una de las apuestas más fuertes del juego.

Bandas organizadas, velocidad y derrotar a La Casa

En nuestro camino por derrotar a La Casa y a Lina Navarro, quien está detrás de la organización, tendremos que comenzar el coche desde las bujías, partiendo de cero para hacernos con un nombre y que sepan quiénes somos. Para ello, debemos derrotar a las numerosas bandas de conducción organizadas, en duelos de lo más variopintos y en los que reside la verdadera estructura de la campaña principal.

Cada una de estas bandas está especializada en un tipo de conducción; las hay de carreras, de aceleración, derrape, escape y todoterreno. Cada grupo ofrece un tipo de carreras diferentes, y que ya hemos visto con anterioridad en otras iteraciones de la saga, por lo que no hay mucho que explicar al respecto, salvo que debemos tener un coche de cada tipo en nuestro concesionario para poder participar.

Las más novedosas son las todoterreno, que ofrecen competiciones en entornos áridos y montañosos en circuitos que guardan algún que otro atajo que debemos aprovechar para llegar a la meta en primer lugar. Son las más divertidas y 'disfrutonas' del juego. Eso sí, en la recta final de la aventura, a medida que llegamos a las últimas bandas, se antojan un tanto repetitivas las pruebas, ya que no dejan de ser las mismas, pero con vehículos de mayor cilindrada. Un hecho comprensible y que se puede paliar alternando entre los diferentes estilos que hay, ya que el juego nos ofrece total libertad para encarar las competiciones contra las bandas a nuestro libre albedrío. Aun así, el daño colateral al implantar un mundo abierto hace que el ritmo, y por ende la diversión se resienta considerablemente por momentos debido a la estructura del juego. Quizás, con una propuesta narrativa más directa, el resultado habría sido probablemente mejor.

NFS Payback 3

Benditas persecuciones

Porque donde más brilla Need for Speed Payback es en las misiones punteras a nivel narrativo, ya que nos meten de golpe en la trama y se alejan con vehemencia de la ligera sensación de relleno que aportan las batallas contra las bandas. Estas misiones son puro Need for Speed, dando pie a espectaculares persecuciones para robar coches o, cómo no, a las icónicas huídas de la policía, quienes trataran de pararnos los pies como sea. Debemos ser rápidos para que no nos alcance su disruptor y nuestro vehículo quede paralizado, y hábiles embistiéndoles para alejarlos de nuestro camino, deleitándonos con las secuencias de los takedown que nos rememorán a los mencionados juegos de la saga Burnout. Es aquí donde el juego luce sus mejores galas.

Un apunte interesante sobre las bandas enemigas es el hecho mencionado anteriormente. Aunque la presencia de la gran mayoría es efímera, lis líderes de cada una de ellas derrochan carisma y tienen una historia detrás que, además, por lo generalmente están enfocadas por medio de una relación de buen rollo con el tridente de protagonistas, con piques sanos propios de las carreras que, probablemente, sean una fantasía en la vida real, pero que encajan a las mil maravillas con la atmósfera que desprende el juego. Por cierto, y aunque el juego en este aspecto cae en algún cliché que otro -la banda liderada por el mexicano ex convicto de turno- nos ha alegrado ver que hay un par de estas cuadrillas conformadas únicamente por mujeres, en una reivindiación tan necesaria como clara del papel femenino en un entorno como el de los videojuegos de conducción que hasta ahora ha estado claramente sexualizado. De hecho, la principal antagonista del juego es una chica de armas tomar.

En todas las variantes del juego la espectacularidad está a la orden del día. La conducción resulta sencilla y basta con acelerar a fondo, derrapar cuando sea preciso y sacar el máximo rendimiento al óxido nitroso para ganar unos metros vitales ante nuestros adversarios. Need for Speed Payback es una propuesta arcade con todas las de la ley, y ese es uno de sus mayores atractivos para contentar a todo tipo de público, especialmente a aquel que quiera pasar un rato divertido y sin complicaciones delante de la pantalla. Además, las carreras transcurren con fluidez y soltura, salvo algún puntialísimo resentimiento en el framerate cuando se acumula la pirotecnia. Las físicas de los vehículos al impactar son, quizás, el punto más flojo a nivel técnico.

Un añadido curioso es que antes de cada una de las carreras o competiciones podemos elegir aceptar un objetivo secundario. Este puede ser variado; desde acabar una carrera sin impactar con otros vehículos, hasta dar un salto de determinada distancia o alcanzar una velocidad en concreto. Esto se realiza a modo de apuesta, por lo que nos jugamos una cantidad de dinero que perderemos si no conseguimos el propósito, pero que veremos incrementado si lo conseguimos.

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Tuning, vinilos y... cartas coleccionables

Cuando uno piensa en Need for Speed, una de las primeras palabras que se vienen a la cabeza es tuning. Y por supuesto, también tenemos nuestra dosis en Payback. Ahí es donde entran en juego los talleres de tuneo, donde podremos personalizar nuestro vehículo casi a nuestro antojo. Es cierto que quizás se podría esperar más profundidad en las posibilidades de personalización externas. Podemos cambiar el color del coche y añadirle algún que otro vinilo. E incluso a medida que avanzamos podemos cambiarle el cláxon, añadirle neones o hacer que de su tubo de escape salga humo de colores -utilizamos uno rosa monísimo-, pero no hay tanto abanico de opciones como antaño en juegos como Underground. Aun así, a buen seguro que pasaréis horas en el taller dejando vuestro carro decorado con estilo.

Donde se añade profundidad a nivel de personalización es a nivel interno, y lo hace por medio de las Speed Cards. Tras acabar con éxito cada una de las pruebas, ganamos una de estas cartas, que proporcionan mejoras en las 'tripas' de nuestro vehículo, mejorando factores como la potencia, el nitro, o los frenos. Son las recompensas por ir avanzar y mejorar nuestro coche lo más posible -cada reto muestra un nivel recomendado para participar-. También podemos comprarlas con el dinero que obtengamos venciendo en cada carrera. Su uso es elaborado, y no solo vale con ponerlas al 'tuntún'; por ejemplo, si ponemos tres tarjetas de la misma marca, obtendremos un beneficio en forma de bonus que incrementará las características de nuestro carro.

Es cierto que en algún punto os encontraréis con momentos 'muertos', en los que estáis lejos del nivel y sin pasta para comprar nuevas mejoras, pero también podéis repetir pruebas o completar otro tipo de retos para incrementar vuestras arcas. Vaya, que podéis completar el juego perfectamente sin necesidad de adquirir fondos por medio de las microtransacciones.

El vasto escenario sobre el que transcurre Need for Speed Payback también da lugar para una infinidad de tareas secundarias. Por las carreteras y llanuras del juego encontramos todo tipo de añadidos puntuales que harán las delicias de los completistas. Tramos en los que debemos alcanzar una velocidad determinada, puntos de salto en los que tomar una rampa a toda velocidad para romper carteles publicitarios o zonas de derrape en las que alcanzar una puntuación estipulada. Eso sin olvidar los coches de desguace, piezas de 'carracas' que debemos ir encontrando utilizando fotografías como pistas y que, obteniendo las necesarias, desbloquearemos los coches más potentes del juego.

NFS Payback 2

Ghost Games ha creado infinidad de contenido para perdernos durante horas. Completar la aventura principal puede llevarnos entre unas quince y veinte horas, pero para obtener el 100% el contador se multiplica. Eso, sin contar con el Modo Online, que es algo más discreto de lo que estamos acostumbrados, con carreras para un máximo de ocho pilotos que pueden ser clasificatorias o no. Lo malo en este tipo de propuestas es que propuestas hay más cafres que en otros juegos de conducción. En las pruebas que hemos disputado nos hemos topado con más de un 'graciosete' que se divierte chocándose contra los demás. Queda esperar si desde Ghost Games van a tomar alguna medida ante esto, y a saber cómo enfocan la vertiente eSport del juego.

VALORACIÓN:

Need for Speed Payback es un título intenso, desenfrenado y divertido. Tiene todo lo que se le puede pedir a una propuesta de su estilo. Aderezado con una historia interesante y con un reparto desbordante de carisma consiguen, sin demasiadas pretensiones, el no siempre sencillo propósito de entretener.

LO MEJOR:

El toque cinematográfico de la historia principal. Personajes repletos de carisma. Infinidad de pruebas y retos de conducción. Épicas persecuciones.

LO PEOR:

Al final, algunas batallas contra bandas son monótonas. Las físicas en los impactos. Un poco más de tuning habría sido perfecto.

Plataformas:

PC,

PS4,

Xbox One

Versión comentada: PS4

Hobby

80

Muy bueno

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