U-tad: así son los proyectos de los alumnos de los másteres de videojuegos 22-23

Un año más, U-tad, el Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital, nos abrió sus puertas para presentarnos los tres ambiciosos proyectos en los que están trabajando los alumnos de sus másteres de videojuegos durante el presente curso.

Se trata de tres videojuegos con mecánicas muy diferentes que darán mucho que hablar en el futuro. Quedaros con sus títulos: End of Life, Pestilence y Bugs N’ Guns. En el siguiente vídeo podréis conocer, de boca de sus propios creadores, en qué consiste cada uno de ellos.

Además, también pudimos robar unos minutos a Belén Gómez, Directora de Proyectos de Post-grado de U-tad, para conocer los desafíos que afrontan los alumnos de este curso y cómo aplican la metodología que ha hecho famosa a esta universidad madrileña: el Método U-tad.

El Método U-tad sigue evolucionando, año tras año, alumbrando nuevos estudios de videojuegos de los que surgirán nuevos profesionales, preparados para todos los desafíos que plantea la industria del videojuego.

Esta fórmula, avalada por multitud de premios no solo en España sino también al otro lado del Atlántico, consiste en que los alumnos de los diferentes másteres de la universidad aprendan a trabajar en equipo, desde sus distintas áreas de desarrollo, para crear proyectos con los que demostrar su valía y potencial a la hora de buscar trabajo en estudios profesionales.

El desarrollo de los tres videojuegos apenas acaba de arrancar, y sus creadores afrontan meses de duro trabajo mientras van superando los distintos hitos marcados por los profesores, tal y como se haría en una empresa real.

En otoño veremos el resultado final pero, de momento, resulta apasionante ver cómo se gesta un videojuego a partir de un simple concepto y algunos bocetos. ¿Queréis saber más de cada proyecto? Seguid leyendo…

END OF LIFE

Este ambicioso shooter en tercera persona está siendo desarrollado por Welding Crow, un equipo formado por 19 personas: José Miguel “Pepe” Guillén Fernández, Javier García Hermosilla, Adam Leggott Gallardo, Noemí Seoane Chouciño, Pedro Collado Rojas, Miguel Ángel López-Tarruella Clavero, Diego Esteban Vargas Escandor, Iván Serrano Nevado, Fernando Jesús Pérez Martín, Ignacio “Nacho” Gil Dugo, Marta Elías Manchado, Nico Sánchez Díaz, José Ángel “Anxo” Durán Cerviño, Pablo Mata de la Fuente, Isabel De Vergara De Orellana, Jesús Wang, Javier Bravo Calderón, Julia Lozano González y Ariel Delgado Urreiztieta.

Puede parecer mucha gente, pero realmente parecen pocos para los colosales desafíos a los que se enfrentan en este proyecto, que transcurrirá en una ciudad fragmentada en constante rotación, y en la que cada fragmento de escenario cuenta con su propia gravedad. ¿Recordáis el genial Gravity Rush de SCE Japan Studio? Pues es algo parecido, pero a lo bestia.

La protagonista, una semidiosa con sed de venganza, deberá adaptarse a escenarios en constante cambio mientras lanza agujas sobre sus enemigos y recurre a un gancho para agarrarse a las distintas superficies, que alteran su gravedad en tiempo real.

Este concepto, que podríamos describir como combatir sobre un colosal cubo de Rubik que no deja de moverse, supone un desafío pero también una ventaja de cara a superar cada nivel y liquidar a los enemigos. El jugador debe adaptarse a los cambios del escenario sobre la marcha, pero también puede usarlo en su propio beneficio, dando caza a enemigos que, instantes antes, estaban fuera de su alcance.

Diseñar unos escenarios en constante rotación y programar las distintas gravedades es un reto monumental, sobre todo porque el propio jugador podrá llegar a modificar las rotaciones de las distintas partes de los niveles, al margen de los cambios que introducirá la IA del juego por su cuenta. 

El equipo tiene como objetivo desarrollar una demo que presentará un nivel con diferentes biomas para orientar al jugador y ubicarlo en el mundo. Y además, semejante espectáculo visual y técnico no quedará empañado por los marcadores: el HUD del juego estará representado en la espalda de la heroína, a través unos tatuajes que mostrarán su nivel de vida y las agujas que le quedan. Elegante, a la par que funcional.

PESTILENCE

El proyecto que está desarrollando Green Trouble Games no puede ser más diferente al de sus compañeros: un juego en el que encarnaremos a la mismísima Peste. Este equipo está formado por 18 personas (en la foto, de izquierda a derecha y de arriba a abajo): Ana Díaz Bello, Adrián Olko Kobylarz, Guillermo Edo Botella, Jose Miguel Costa Casanova, Fernando Doménech Martínez, Jose Ignacio Escobar Tipan, Guillermo Padilla González, Jorge Sánchez Sánchez, Alejandro Suárez Perales, Roger Larriba Baudilio, Andrés Martínez Leal, Alberto Sánchez Romero, Sofía Rodríguez Fernández, José Miguel Brotons Valero, Betty Pacheco Escalante, Javier Cumbreras García, Marina del Río Sanvicens y Javier Bravo Bolívar.

Pestilence es un juego de sigilo en primera persona en el que encarnamos a una plaga cuyo objetivo es infectar a todos los habitantes de una ciudad, divididos en distintas clases sociales, lo cual añadirá un componente estratégico al desarrollo.

Sus creadores lo definen como “sigilo social”, ya que dependiendo del estrato al que pertenezca el NPC que hayas poseído/infectado, podrás adentrarte libremente en zonas inaccesibles para otros personajes.

Al saltar de personaje en personaje irás dejando un rastro de enfermedad y muerte. Los NPC no tardarán en colapsar por la enfermedad, y deberás tener en cuenta que hay estratos sociales más indefensos que otros. Las clases sociales con las que está trabajando el equipo son obrero, campesino, noble y clero.

A estos se unen además otras clases de NPC que te pondrán las cosas realmente difíciles a la hora de propagar la enfermedad por la ciudad. Por ejemplo, los guardias, inmunes a la enfermedad; los capataces, que pueden detectarte y alertar a los guardias; y por último, los doctores de la plaga, que te perseguirán sin descanso en cuanto detecten tu presencia.

El concepto de Pestilence es realmente original, y seguiremos expectantes la deriva que vaya tomando el proyecto durante los próximos meses, tanto en la mecánica de juego como en su estética, inspirada en la obra del gran Mike Mignola, el creador de Hellboy. ¿Quién se apunta a diezmar una ciudad?

BUGS N’ GUNS

El tercer proyecto que se está cocinando en las aulas de U-tad es obra de Blink Shot, un nuevo estudio formado por 18 estudiantes (de izquierda a derecha y de arriba a abajo): Nacho Alcaraz-García, Marcos Santos, Luis Torres, Álvaro Gil, Rodrigo Garvía, Jerónimo Bocuñano, Álvaro Calvo, Markel Cuena, Miguel Zoya, Guillermo Palomares, Daniel Fernando, Nico Fernández, Alejandro Melián, Iván Ponce, Guadalupe González, Lucía Agudo, Valeria Luján y Pablo Gómez (que no aparece en la foto de grupo).

De nuevo, otra propuesta completamente radical respecto a la de sus compañeros, tanto a nivel de mecánica y temática, como estéticamente. Bugs N’ Guns es un shooter coperativo en tercera persona en el que viajaremos a un planeta alienígena para encarnar a dos peculiares basureros, un alien y un robot, con la misión de escoltar un tren cargado hasta los topes de residuos.

A sueldo de una codiciosa corporación, la pareja protagonista debe proteger el tren, y su cargamento, del constante acoso de distintas clases de insectoides alienígenas. Imagina lo que supone proteger la basura del acoso de las hormigas y las avispas durante un picnic en el campo, pero a una escala gigantesca, y sin que el tren llegue a detenerse.

Para añadir más “picante” al tema, resistir las incansables oleadas de enemigos nos obligará a ir rodeando el tren en plena marcha, utilizando un peculiar armamento que utiliza munición basada en distintos elementos. No bastará con disparar a los enemigos: ambos jugadores deberán combinar los proyectiles elementales para desencadenar reacciones que neutralicen a los bichos.

Con estos elementos no solo se puede destruir a los enemigos, también se pueden disparar sobre el entorno, preparando trampas que se podrán activar en el momento preciso. Por ejemplo, combinando agua y electricidad. A medida que la pareja de basureros vaya progresando en su ingrata odisea, desbloquearán nuevos elementos para sus armas, aumentado su versatilidad, lo que también exigirá una mayor coordinación entre ambos personajes.

El comportamiento del tren, que estará determinado por el escenario, añadirá aun más “picante” a una mecánica de lo más vertiginosa, a la que se irán sumando nuevas clases de enemigos, desde moles tipo “tanque” hasta pequeños y esquivos aliens voladores.

Estaremos muy atentos al progreso de estos tres proyectos, que prometen repetir el éxito alcanzado por los alumnos de las anteriores promociones de U-tad. Desde luego, imaginación, talento y ambición no les falta.