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20 años del Mortal Monday de Mortal Kombat

José Luis Sanz

20 años del Mortal Monday de Mortal Kombat
Mortal Kombat ‘kumple’ 20 años hoy día 13 de septiembre. En ese día de 1993, conocido como Mortal Monday, tuvo lugar la llegada del juego de Midway/Acclaim a las ‘konsolas’ más importantes de la época, es decir, Mega Drive y Super Nintendo, que fueron las que mantuvieron una guerra casi tan cruel como la de los propios fatalities del juego. Pero empecemos por el principio.

En 1992 Nintendo (ERBE Software en España) había pegado un pelotazo tremendo con el Street Fighter II de Capcom para SNES y la exclusiva que consiguió evitar la llegada del cartucho a Mega Drive. En las oficinas de SEGA, como era lógico, andaban dándose de cabezazos contra las paredes intentando ver de qué manera podían contraatacar con otro juego de lucha igual o mejor. Y ese intento tuvo a un protagonista llamado Eternal Champions.

Precisamente, de este miedo escénico (que diría un tal Valdano) existe una anécdota con la SEGA de 1993 en España que, ante al avance del juego de Capcom y, sobre todo, de SNES, no dudaron en llamar a la prensa especializada para preguntarnos cómo veíamos el desarrollo de ese Eternal Champions. Pudimos echarle el guante bastantes meses antes a una versión beta y, la verdad, ya parecía tan malo como lo fue después. Así que en realidad, en las oficinas de María de Molina, en Madrid, seguían sin tener un antídoto para los Ryu, Blanka, etc.

20 años del Mortal Monday de Mortal Kombat

Y a SEGA se le apareció la Virgen

Hasta que un buen día se les apareció la Virgen. Una virgen no muy al uso, con forma de jefazo de una compañía que ya es historia (en todos los sentidos de la palabra) y que llevaba en sus tarjetas de presentación el cargo de director comercial para Europa de Acclaim, más concretamente, de dos sellos asociados a ella: Arena y Fliying Edge. Su nombre, Peter Bilotta.

Este buen hombre vino a España en 1993 con la cartera llena de cartuchos, que sacó en una reunión en la que pretendía que SEGA España le comprara los derechos de distribución en exclusiva. Y para conseguirlo, se los enseñó al equipo que por aquel entonces dirigía en España Paco Pastor, ex miembro del grupo Fórmula V y autor de ese clásico veraniego tan tarareable que es “Eva María se fue...”.

Pues bien, uno de esos juegos que traía debajo del brazo tenía un nombre raro, con una ‘K’ que no correspondía pero que, según confesaría su creador años después, John Tobias, se la pusieron por que quedaba así mucho mejor y llamaría más la atención.

El caso es que Mortal Kombat venía de los salones recreativos y no es que hubiera sido un éxito arrollador, al revés, no fue hasta su aterrizaje en consolas cuando adquirió la relevancia que tiene hoy. Pues bien, volviendo a la Virgen de los Fatalities, a Peter Bilotta y a la reunión con el equipo de SEGA España, fue allí donde contó los pormenores de la versión que les correspondería distribuir: la de Mega Drive. La baza que andaban buscando se les había presentado de repente y sin buscarlo. Ya tenían con qué zurrar a Nintendo, a SNES y a su primo de Zumosol Street Fighter II.

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¡Pero cuidado!, que en esa misma reunión Pedro Bellota (que era como conocían a Peter Bilotta en las oficinas de SEGA España) hizo de abogado del diablo y contó algo más. Sabía qué resortes debía tocar para encender la bombillita en las cabezas de departamento comercial de SEGA para que empezaran a ver que el negocio que les estaba ofreciendo era redondo.

Así que ya que estaba allí, les filtró cómo iba a ser la versión de SNES: que sería a primera vista como la de Mega Drive (con mejores gráficos, eso sí), censurada, con gotas de sudor en vez de sangre pero, y aquí viene lo importante, sin la posibilidad de activar el ‘modo gore’. Nintendo no quería un juego excesivamente violento y prohibió a Acclaim hacer una versión como la recreativa. Así pues, SEGA disponía de repente de un as en la manga que (todavía) no conocía mucha gente y que, bien utilizado, seguro que podría decantar la balanza (de las ventas) en favor de Mega Drive.

¿Y cuál era ese as en la manga? Pues ‘el mirar para otro lado’ de SEGA que permitió que la versión de Mega Drive tuviera todo lo que había en la máquina original y que, si lo recordáis, era básicamente sangre y vísceras, sangre y vísceras y, por último, sangre y vísceras. Y es que tal y como Peter contó a los miembros de SEGA España, el cartucho venía con todo ese 'atractivo' camuflado tras las gotas de sudor: había que meter un truco para activarlo y, sólo entonces, ya ponía toda la casquería fina a nuestra disposición.

Antes de seguir, hay que recordar que en aquel año 1993 Internet no existe. No hay móviles. No hay WhatsApp ni Twitter, ni Facebook para hacer correr una noticia como la pólvora por todo el mundo. Esa información de un Mortal Kombat sin censura de ningún tipo para Mega Drive acababa de traspasar las paredes del desarrollador y ya estaba en las oficinas del distribuidor, así que en muy pocos días llegaría a los oídos de la prensa especializada: concretamente a Hobby Consolas.

Peter se marchó por donde había venido pero dejó en las oficinas de SEGA España unas EPROMS que no eran otra cosa que un cartucho con una versión beta de Mortal Kombat grabada en enormes chips de silicio que podían almacenar un máximo de 4Gb (bits, que no bytes). Esa versión beta llegó a la redacción de Hobby Consolas en exclusiva, quedando el resto de revistas relegadas. Y es que SEGA sabía perfectamente la bomba que tenía entre manos.

Con esa versión en la redacción, SEGA contó a los redactores qué debían hacer para sacar el ‘modo gore’ y ver todo lo que había oculto y que cualquier jugador, cuando se lo comprara, podría disfrutar sin límites. Así la review estaría completa y la nota, seguramente, se vería incrementada. De paso, les obligaron a no capturar (y por tanto publicar) pantallas con las gotas de sangre rojas en vez las de sudor por aquello de que no se montara una buena (cosa que no evitaron).

El objetivo era que quien realizara el análisis supiera todo lo que tenía la versión de Mega Drive y, más importante, lo que no tenía la de SNES. Paradójicamente, los cartuchos de 8 bits para Master System (sólo en Europa) y Game Gear no estaban censurados y aparecían las gotas de sangre por defecto, sin trucos. Acclaim explicaría más tarde que eso se debió a que los gráficos en esas versiones no eran tan ‘realistas’ como en las de 16 bits... ejem.

Y llegó el Mortal Monday

El caso es que el 13 de septiembre de 1993 llegó el Mortal Monday. El lunes mortal en todo el mundo, ya que el juego salió al mismo tiempo tanto en territorio europeo como americano. Y lo hizo en Europa para su versión Mega Drive sin ninguna indicación de edad recomendada en su carátula, lo que sirvió a los que se ensañarían con Mortal Kombat para clamar al cielo. Por cierto, la versión de Mega CD sí tuvo la precaución de poner un ‘recomendado para mayores de 17 años’ en su carátula, lo que tampoco evitó que le zurraran de lo lindo. Ponía Mortal Kombat y con eso bastaba.

La primera semana el juego vendió maravillosamente bien y fue la única tranquila en la vida de la versión doméstica de Mortal Kombat. A partir de ahí, los medios de comunicación se cebaron con su sangre, sus vísceras y los fatalities en los que le arrancábamos la columna vertebral al adversario. Entonces, los videojuegos empezaron a ser el blanco de todas las iras (los jugueteros según SEGA y Nintendo) de una sociedad que parecía estar descubriéndolos cuando ya llevaban entre nosotros más de 15 años.

Pero si hubo un grupo de comunicación que buscó especialmente la polémica, ese fue el Grupo Zeta y su brazo audiovisual que, por aquel entonces, era la televisión Antena 3 (¡algunas cosas no cambian!). Aquí puedo contar anécdotas de primera mano porque en aquel año estaba trabajando para las revistas Super Juegos y Mega Sega, ambas del grupo que por aquel entonces presidía el difunto Antonio Asensio (y mira que a su hijo, actual presidente, le gustaban los videojuegos).

Allí, en la redacción, un día sí y otro también recibíamos la visita de algún equipo de cámaras de la tele que venían a que les hiciéramos unos cuantos fatalities para ilustrar la noticia gore del día. Que casi siempre tenía que ver con algún videojuego. Así que para evitar el trastorno de montar el chiringuito todos los días, dejamos una Mega Drive con el Mortal Kombat instalado en la redacción hasta que a los redactores de los telediarios se les pasó la fiebre contra el título de Acclaim.

La fijación era casi enfermiza y llevó a que muchos de los que trabajábamos en esto

acabáramos por tomarnos el asunto a chufla una vez visto que daba igual que los juegos llevaran su pertinente recomendación por edades. Eran el origen de todos los males ya que no sólo incitaban a torturar (como afirmaba El Periódico de Cataluña el 20 de septiembre 1993 en referencia a Mortal Kombat) sino que provocaban epilepsia.

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Y los escándalos no habían hecho más que empezar: estaban por llegar los Carmageddon, Doom, los juegos de rol, el asesino de la katana por Final Fantasy, etc. 

Mortal Kombat fue el primer cartucho que en su versión Mega Drive vendió más que en SNES y, lo más importante, fue el juego que más unidades vendió en la historia de SEGA tras Sonic 2. Así que todo lo que habían ‘luchado’ los medios generalistas (periódicos, radios y televisiones) por acabar con los videojuegos no sirvió de nada y no consiguieron sus objetivos. ¡Por suerte!

Lo cierto es que era muy extraño ese ensañamiento sistemático con las consolas cuando nos encontrábamos a las puertas de alguna época del año (como las navidades) donde los regalos preferidos ya no eran los Scalextric o los muñecos de la colección que tocara. Era normal, cuando hablabas del tema con alguna compañía de videojuegos, que apuntaran al sector de los jugueteros como auténticos instigadores de todas esas campañas tras la irrupción (y éxito millonario) a finales de los 80 y principios de los 90 de Game Boy, NES (sobre todo), Master System, Mega Drive y SNES.

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Pero esa historia de las polémicas merece un capítulo aparte. Hasta aquí, la que se puede contar de la vida y milagros del primer Mortal Kombat en España para consolas y de un Mortal Monday que debería pasar a la historia de los videojuegos por su enorme trascendencia ya que provocó que todos los juegos salieran a la venta, a partir de ese momento, con una edad mínima recomendada. El famoso ESRB americano nació por culpa de los Sub-zero, Sonya, etc.

Una pena que la saga (otrora de Midway y ahora de Warner) no esté pasando por sus mejores momentos. ¿No os parece?

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