Avance de Astral Chain, lo nuevo de PlatinumGames para Nintendo Switch

Hemos tenido la oportunidad de jugar durante varias hora a Astral Chain, el nuevo juego de PlatinumGames en exclusiva para Nintendo Switch. La sesión estaba dividida en dos partes: una tenía lugar al inicio de la aventura y otra en un nivel mucho más avanzado, con acceso a mayor variedad de armas y habilidades. Vamos a entrar de lleno a hablar del juego y sus mecánicas porque hay mucho, mucho que desgranar... Pero no sin antes ofreceros un vistazo a la partida en estos cinco minutos de gameplay de Astral Chain.

Esta funda para Nintendo Switch es indispensable

Como decíamos, en la primera parte pudimos jugar a Astral Chain desde el principio. Para esta sesión se nos asignaba por defecto al personaje femenino, pero en el juego final podremos elegir el sexo y la apariencia del protagonista. Curiosamente, esta decisión tiene efecto más allá de la apariencia visual: si, como en este caso, elegimos al personaje femenino, tendremos un hermano mellizo, mientras que si elegimos un protagonista masculino será una hermana. En ambos casos su nombre es Akira Howard.

Además del cambio de género, las características físicas como el color de piel, pelo y ojos que elijamos para el protagonista también tendrán efecto sobre su hermana (si nos decantamos por un cabello morado, por ejemplo, lucirá el mismo color). Más interesante aún: la protagonista de Astral Chain es muda... Pero su hermano no. Esto quiere decir que, en función del género que elijamos para el protagonista, la voz del personaje que nos acompaña también cambia. 

Y es que parece que la relación fraternal será una de las claves del argumento de Astral Chain: la partida empezaba en una autopista que estaba siendo atacada por uno seres de otra dimensión llamados Chimera, y en todo momento nos acompañaba (en este caso) el hermano, sirviendo como guía para enseñarnos los controles básicos: esquivar con B, atacar con ZR, alternar entre el bastón para ataques cuerpo a cuerpo y las pistola para ataques a distancia con arriba/abajo en los botones del Joy-Con izquierdo...

Tras avanzar unos metros, los dos personajes eran atacados por un enemigo invisible. Incapaces de hacer frente a esta nueva amenaza, en el último momento recibían la ayuda de algunos de los miembros de Neuron, entre los que se encontraba el padre de los mellizos (otra señal de que la relación familiar tendrá protagonismo en la trama). A regañadientes, les hacía entrega del dispositivo legión: acoplado en la muñeca, del aparato surge una cadena que une a su propietario con una "chimera reconvertida".

Jugablemente, estos supuso dos cambios: el primero, que fuera posible ver al enemigo invisible. Y el segundo, que con el botón ZL pudiésemos ordenar al legión que se lanzase de cabeza al combate. Como descubrimos en la segunda parte de la sesión de juego, esto no era más que la punta de iceberg en lo relativo a las legiones y el sistema de combate de Astral Chain.

Finalizada la batalla, y tras varias escenas de vídeo, tuvimos que participar en una secuencia especial en la que debíamos esquivar vehículos en llamas sobre un puente que se derrumbaba. Un día cualquiera en un juego de PlatinumGames.

Su estética ya nos hacían sospechar que con Astral Chain PlatinumGames quiere apostar por el estilo anime (Masakazu Katsura, mangaka creador de WINGMAN, Video Girl Ai y ZETMAN, se encarga del diseño de personajes), y la secuencia de créditos que se activó tras superar el tutorial sirvió para consolidarlo: presentación de personajes en rápida sucesión, nombre del grupo y la canción que sonaba de fondo (muy movidita y pegadiza, por cierto)... Podía tratarse perfectamente del opening del nuevo shōnen de moda.

Tras esto nos trasladábamos hasta el cuartel de Neuron, donde descubríamos la otra faceta de Astral Chain: la investigación. Entre misión y misión, este será nuestro hogar, un edificio compuesto por varios pisos y donde encontramos distintas actividades, personajes con los que entablar conversación, una sala de entrenamiento para dominar el sistema de combate, objetos coleccionables... Aprovechamos también para hacer una visita al baño, donde conocimos a un hada que nos pidió un poco de papel higiénico (no preguntéis).

Allí conocimos también a Olive Espinosa, nuestro contacto directo con Neuron durante las misiones. Su pelo de color rosa nos recordó poderosamente a Devola y Popola, personajes de la saga NieR. Y no es lo único de Astral Chain que recuerda al anterior título de PlatinumGames: desde ciertos aspectos jugables hasta el sistema de objetos, pasando incluso por la tipografía (si no es la misma, es extremadamente similar), se respira cierto aire a NieR: Automata en Astral Chain. No es casualidad, pues Takahisa Taura, director del juego de Nintendo Switch, fue diseñador en Automata. 

A continuación pudimos salir a la calle para enfrentarnos a un caso. Dado que era el primero, servía también como una suerte de tutorial y era bastante sencillito, pero nos permitió hacernos una idea de cómo serán estas secciones: debíamos explorar el escenario en busca de pistas y usar al legión en ciertos casos. Por ejemplo, para espiar una conversación (bastaba con colocarse a cierta distancia y mandar al legión para "escuchar") o examinar una huella gigante que desvelaba un rastro.

Lo interesante de todo esto es que se sale de lo habitual en los juegos de PlatinumGames, que a menudo se centran casi exclusivamente en todo aquello que tenga que ver con la acción. Estas partes de investigación pueden suponer un incremento importante de variedad.

Pero que esto no os haga pensar que en Astral Chain han descuidado el sistema de combate... Más bien todo lo contrario. La primera parte no nos impresionó demasiado en ese aspecto, pero cuando llegamos a la segunda nos encontramos ante puro PlatinumGames. De hecho, puede que Astral Chain sea el juego "más PlatinumGames" hasta la fecha.

Ya os hemos contado que hay un botón de esquiva, pero si lo pulsamos justo antes de que el enemigo nos ataque realizamos una esquiva perfecta: un contraataque que va acompañado de un efecto a cámara lenta. No es el tiempo brujo de Bayonetta, pero desde luego son conceptos semejantes. Y si pulsamos el botón L, entramos en una vista desde la que podemos seleccionar la posición y la orientación de un poderoso tajo que efectúa el legión... Algo que os sonará si habéis jugado a Metal Gear Rising.

Lo curioso de esto último es que tiene uso tanto dentro como fuera del combate: mientras explorábamos, tuvimos que efectuar el tajo para romper la cerradura de una puerta. En combate, lo usamos para cercenar un haz de luz que unía a dos enemigos, haciéndolos invencibles. Y esa es la habilidad especial del legión espada... Porque como ya sabréis si habéis seguido Astral Chain, los hay de varios tipos.

En esta demo pudimos hacer uso también de arco y brazo. El primero, como su nombre indica, está armado con un arco y efectúa ataques a distancia; al pulsar el botón L podemos apuntar y elegir objetivos manualmente. Brazo es el legión pesado, con movimientos más lentos y poderosos. En su caso, al pulsar L podemos controlar al legión y liarnos a puñetazos.

Pero esperen, porque todavía hay más: los legión atacan de forma independiente (siempre que se lo ordenemos), pero también es posible realizar ataques combinados que causan más daño. Si realizamos una cadena de ataques, al final del combo veremos un resplandor de color azul; si en ese momento pulsamos ZL, se producirá el ataque combinado entre nuestro protagonista y el legión equipado en ese momento. A la hora de atacar, por cierto, podemos pulsar repetidamente, mantener pulsado o pulsar-pausa-volver a pulsar para obtener distintos efectos.

Este brillo azul se puede activar en otras situaciones, por ejemplo cuando nos dan un golpe y salimos por los aires o en mitad de una ejecución (realizadas con el botón A cuando al enemigo le queda poca salud), obteniendo nuevos efectos o potenciando los habituales. A grandes rasgos, se trata de un aviso para realizar acciones contextuales en combate. Por si no fuera suficiente, cada legión dispone de dos ataques especiales, cada uno con un pequeño 'cooldown'.

Un detalle curioso: no es posible saltar en Astral Chain... Y aun así se las han apañado para incluir combos aéreos y plataformeo. ¿Cómo? Gracias a las legión, cómo no. Manteniendo pulsado el botón ZL y usando el joystick derecho, podemos controlar el movimiento de la criatura a nuestro antojo. Y si soltamos y volvemos a pulsar ZL, nuestro personaje será transportado hasta la posición del legión. Esto significa que podemos cruzar abismos, algo que tuvimos que usar en numerosas ocasiones durante la segunda parte de la sesión. Sumadle a esto plataformas que se desplazan automáticamente y ya tenemos secciones de plataformeo... Tanto dentro como fuera del combate.

Poder controlar el movimiento tanto del protagonista como del legión también abre la puerta a movimientos avanzados de combate: si hacemos girar al legión alrededor de un enemigo, lo ataremos al sitio con la cadena para impedir su movimiento. Y si nos posicionamos de modo que la cadena forme una línea horizontal, cualquier enemigo que se lance contra ella quedará aturdido. Decirlo es más fácil que hacerlo, porque aquí estamos hablando de acciones que nos obligan a controlar a dos personajes al mismo tiempo.

Encontrarnos de golpe con semejante cantidad de mecánicas hizo que nos sintiésemos abrumados y algo desorientados, aunque imaginamos que en el juego final se irán desvelando de una forma más natural. Los únicos verdaderos puntos negativos que le encontramos por el momento a Astral Chain son la cámara, que tendía a colocarse en posiciones incómodas, y el hecho de que se mueva a 30fps (siempre estables), algo que no se daba en un juego de PlatinumGames desde el lanzamiento original de Vanquish en PS3 y Xbox 360.

Desde luego, y por si no ha quedado claro, el sabor de boca que nos ha dejado Astral Chain en esta primera toma de contacto ha sido inmejorable, y estamos deseando volver a ponernos a los mandos con más tranquilidad para descubrir todas las posibilidades tras su sistema de combate. Podremos hacerlo el próximo 30 de agosto.