Hay juegos que, por la razón que sea, pueden no conectar con el jugador de primeras, bien por estética, bien por el género o por las preferencias de cada uno. Eso es lo que, a grandes rasgos, me pasó con Tembo The Badass Elephant para PS4, Xbox One y PC. A pesar de ser obra de Game Freak, los reputados padres de Pokémon o Pulseman, cuando lo anunció Sega el pasado 11 de marzo, había “algo” que no me terminaba de llamar. ¿Quizá que el héroe era un elefante? Puede. ¿O su estética tipo cómic? Quizá.
Pero no voy a negar que todas mis dudas se han disipado por completo al superar las dos primeras zonas o, lo que es lo mismo, 10 de sus 17 niveles, con los que me he retrotraido a los mejores tiempos de las plataformas 2D. Un título de corte clásico en muchos sentidos pero, al mismo tiempo, fresco, rejugable y sobre todo, muy divertido y con un gran sentido del humor. Un título con muchas papeletas para convertirse en uno de los grandes plataformas 2D de 2015, con permiso de Yoshi’s Wolly World.
Todo comienza cuando la ciudad Shell sufre el ataque del ejército Phantom, comandado por un misterioso líder enmascarado. La resistencia, superada por las tropas enemigas, se ve obligada a recurrir a un operativo especial, Tembo, un elefante de seis toneladas entrenado en plan Rambo para situaciones extremas. Una historia que ya en los primeros compases del juego se nos cuenta en plan cómic, a través de viñetas con animaciones y que derrocha expresividad y humor por los cuatro costados.
A la hora de jugar, Tembo The Badass Elephant es un plataformas 2D a la vieja usanza, en el que disponemos de acciones como saltar, “flotar” en el aire unos instantes o rebotar contra el suelo para sortear abismos o alcanzar plataformas. Pero, del mismo modo, también es un juego de acción: Tembo se enfrenta a un ejército, con tanques, helocópteros, mechas y jefes de diversos tamaños. Y para derrotarlos, cuenta con otros tipo de recursos, como cargar, aplastar o golpear con la trompa a lo “Sho-Ryu-Ken” (o deslizarse por el suelo con una pata por delante).
Y aún hay más:, también puede usar su trompa para lanzar agua y apagar fuegos, trampas, paredes en llamas (que una vez extintas, puede atravesar) o incluso para interactuar con algunos interruptores. Vamos, que Tembo cuenta con un montón de recursos para progresar en la aventura, aunque tampoco es una máquina invencible: contamos con una barra de energía que limita el daño que podemos recibir (ya sean disparos, contacto con fuego...) y un indicador que refleja nuestras reservas de agua.
También contamos con un tarro/indicador de P.B. o mantequilla de cacahuete, que contabiliza el principal coleccionable del juego: cacahuetes. Rellena el tarro acumulando cacahuetes, y obtendrás una vida extra (y creénos que las necesitarás). Todo ello, junto y mezclado, deja un juego con posibilidades y exigente, que tiene en su gran control una de las razones para enganchar de principio a fin. Y es que, pese a todas las acciones que podemos realizar, su control está bastante simplicado (apenas usa 3 botones), y funciona bastante bien, ya sea con la cruceta o el stick analógico.
Los niveles, por su parte, ofrecen un desarrollo muy clásico (alcanza la meta), pero con dos tareas “adicionales” que lo hacen bastante rejugable. La primera de ellas consiste en acabar con los soldados y recursos de Phantom, ya sean soldados de a pie, tanques, mechas y otros ingenios del ejército rival. Cada nivel presenta con un número distinto, que suele oscilar entre los 200 o 300 (como mínimo). Acumular bajas tiene un fin, ya que para desbloquear los últimos niveles de cada zona, debemos tener un mínimo de bajas.
El segudo de estos objetivos extra de cada nivel es que Tembo liberar a 10 rehenes encerrados en unas celdas especiales y que, una vez liberados, se subirán en nuestra grupa y nos acompañarán por el resto del nivel, un detalle muy simpático. Para encontrarlos tendremos que explorar hasta el último recoveco de cada nivel, y en algunos casos acceder a salas especiales que son pequeños puzles, con interruptores, trampas, y elementos que podemos destruir (como columnas que crean nuevos caminos al caer). Y es que la destrucción es uno de los elementos que hace distinto a este plataformas 2D…
No es raro atravesar edificios de arriba abajo, arrasar con los árboles de un bosque, con pequeñas chozas, pilas de coches y autobuses, paredes, suelos, enormes planchas de metal… Tembo es una máquina que arrasa, dando un toque de caos del que carecen la inmensa mayoría de plataformas. Y ojo, que no os engañe el protagonista: a pesar de ser un paquidermo, es ágil, logrando un ritmo de juego veloz y que no decae. Y que incluso tiene hueco para los jefes finales, en unos duelos que nos exigirán precisión.
Solo hemos visto los dos primeros jefes, engendros mecánicos como un dragón o una abeja, pero que nos obligarán a observar, descubrir sus puntos débiles y actuar usando loas habilidades de Tembo, ya sean sus embestidas, el agua o sus golpes con la trompa. Unos golpes que, como en el resto del juego, están reforzados con onomatopeyas y un humor muy visual, muy en sintonía con el “look” cómic del juego. Ver a Tembo The Badass Elephant en movimiento es una delicia: es colorido, se mueve muy suave, tiene un buen diseño de niveles… vamos, que en este primer contacto, nos ha gustado.
Quizá aún sea pronto para entrar a valorar otros aspectos, como la banda sonora (que cumple su papel, aunque quizá sea algo más “seria” y orquestal de lo que nos gustaría) o la duración total del juego, dado que estos 10 primeros niveles nos han dado para unas 3 horas (sin conseguir todos todos los coleccionables de cada nivel). Aún con todo esto, Tembo The Badass Elephant nos ha conquistado, y se perfila como uno de los juegos descargables más divertidos de este verano. En breve, esperamos poderos ofrecer la fecha de lanzamiento definitiva y nuestro análisis.
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