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Cómo afectaría la independencia de Cataluña a la industria del videojuego

José Luis Ortega

Cataluña
Analizamos cómo afectaría la independencia de Cataluña después del referéndum 1-O a la industria de los videojuegos en España. Este es el panorama que podrían afrontar los estudios de desarrollo españoles y catalanes con la nueva situación política.

Durante estas últimas semanas se está viviendo una situación bastante convulsa en el país debido al referéndum del pasado 1 de octubre y el resultado de las elecciones posteriores. No vamos a entrar en valoraciones sobre un asunto tan peliagudo y repleto de matices, pero sí vamos a tratar de profundizar en cómo podría afectar la independencia de Cataluña a la industria del videojuego, y a la posible repercusión que podría tener tanto para los desarrolladores independientes como para las empresas que tienen sus sedes instauradas en Cataluña.

Partamos de la base de que, actualmente, la industria catalana de los videojuegos es la más potente del país. En España hay un total 450 empresas y estudios legalmente constituidos y hay alrededor de 130 estudios a la espera de constituirse como entidad legal. De estos datos, procedentes de un informe publicado por DEV (Desarrollo Español de Videojuegos) procedente de un avance de los datos de la cuarta edición del Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos que se publicará en otoño, se saca que el 28% de las empresas y estudios españoles se encuentran en Cataluña. La Comunidad de Madrid está detrás con un 27%.

Si echamos un vistazo al Libro Blanco de la Industria Catalana del Videojuego 2016, también podemos extraer más información. Actualmente, la industria de los videojuegos en Cataluña se compone de un total de 120 empresas que envuelven a 1.687 profesionales, generando una vinculación de 3.000 empleados en el sector. Según estos datos, facturaron en el año 2015 un total de 217 millones de euros, representando más del 40% de las cifras obtenidas por todo el estado. Además, estiman un crecimiento anual de la facturación en un 30%, superando los 600 millones de euros en el año 2019, por medio de una previsión que espera que, en ese mismo año, se hayan generado un total de 4.600 puestos de trabajo para un crecimiento del 29%.

Libro Blanco 2016 16

Perder un porcentaje tan elevado podría llegar a afectar bastante a la economía de la industria española. Pero realmente nadie puede dar una respuesta clara al qué pasará en una situación tan hipotética. Cataluña nolo tendría nada sencillo, ya que tendrían que comenzar la construcción de una presumible nueva nación desde los cimientos.

"Crear un nuevo estado o país siempre implica construir una base para que el mismo pueda funcionar de la manera deseada. Esa base incluye muchísimos aspectos necesarios para una sociedad, pero dudo que los videojuegos estén entre ellos. Obviamente habría componentes que nuestra industria utilizaría, como el impuesto a aplicar en nuestro territorio o las subvenciones a pymes, pero muchos otros no. Si ya tenemos una España a la que le queda mucho por mejorar en cuanto a facilitar nuestro trabajo (o mejor dicho, no provocar que sea un quebradero de cabeza) no me quiero ni imaginar como sería si esa tarea la tuviese que llevar un gobierno distinto para el que de inicio no sería una prioridad escucharnos como colectivo en específico. Está claro que no puedes centrarte en gestionar el sector del videojuego en tu país si éste acaba de ser creado y necesita asentarse como tal", afirma Toni Domínguez, desarrollador independiente y creador del videojuego About Elise.

Por lo tanto, jugarían un papel muy importante las ayudas procedentes del estado, en ambos casos. España tendría quizás una ligera ventaja al poder hacer un mayor reparto de sus ayudas. si es que mantiene el mismo presupuesto. Además, poco a poco parece que se apuesta más por leyes que favorezcan el desarrollo de los videojuegos en el país, aunque no todos parecen entenderlo. En Cataluña podría resultar algo más complicado, ya que en un nuevo estado en construcción, algo tan trivial como los videojuegos pasaría a un segundo o tercer plano.

 Jordi Arnal, de Kaneda Games, un estudio independiente ubicado en Gavá, asegura que "en nuestro caso, hemos recibido ayudas por parte de la Generalitat y ahora mismo hemos aplicado a otras ayudas que saldrán en los próximos meses, con la situación actual de bloqueo de la Generalitat no tengo claro si van a llegar a darse esas ayudas o si pueden ser recortadas, pero por esta parte podría afectarnos".

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Por su parte, Toni Domiguez tampoco tiene claro que se necesitaría un periodo de adaptación: "No digo que en un futuro no pudiese haber una industria catalana con mejores condiciones que la española en cuanto a subvenciones, calidad de proyectos, tamaño de empresas o formación, pero está claro que eso requeriría tiempo y esfuerzo por parte de los altos cargos, además de, en mi opinión, una necesidad de las empresas catalanas de hacerse oír, de dejar claro que necesitan mejores condiciones en general"

En cambio, Albert García, periodista de La Vanguardia, piensa que las ayudas a los desarrolladores catalanes no tendrían por qué modificarse con una posible independencia. "La Generalitat lleva años promoviendo ayudas dirigidas a los estudios de desarrollo catalanes en forma de créditos reintegrables. Estas ayudan sirven, por ejemplo, para promover la internacionalización de las empresas. No creo que la situación política pueda afectar a este tipo de ayudas".

Hay que tener en cuenta que la principal fuente de financiación pública de las empresas de videojuegos son las ayudas autonómicas (el 39%). Siguen los programas nacionales y europeos de I+D+i. Destaca el programa de ayudas del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, seguido de otras ayudas como aquellas orientadas a la internacionalización y a las industrias culturales y creativas.

Según el Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos 2016, en España existen diferentes programas de ayuda directa (préstamo o subvención), tanto específicos para el sector como más generalistas y orientados a industrias tecnológicas o culturales. El 33% de las empresas declara haber recibido algún tipo de ayuda pública (estatal, autonómica o local). Aun así, entre los factores que podrían actuar como barreras a que más empresas accedan a las ayudas podrían estar los requisitos de las mismas convocatorias (tener un mínimo de años de actividad, presentar garantías frente a los préstamos) o la dificultad de contar con ayuda profesional a la hora de redactar propuestas de proyecto. DEV está trabajando con las distintas Administraciones Públicas para adecuar los criterios de acceso a las ayudas a la realidad del sector, especialmente teniendo en cuenta las características de las empresas más pequeñas y los estudios independientes.

Hay otros puntos de vista, como el de David León, responsable del exitoso Aragami, quien cree que la situación no variaría en demasía debido a diversos factores: "Tanto el mercado español como el catalán son relativamente insignificantes si los comparamos con el mercado americano, asiático, o incluso al resto de paises de la zona euro. El jugador español o catalán juega principalmente a videojuegos deportivos, e-sports y el shooter popular del momento (como Destiny o Battlefield). No se trata de un público extremadamente "aventurero" al probar otros géneros o juegos independientes. También se suma el alto índice de piratería en España (y en este apartado incluyo la compra de claves en mercado negro y mercados 'grises' como G2A e Instant Gaming), lo que convierte a España y Cataluña en un mercado poco atractivo. Como nota, de las 200.000 copias que Aragami ha vendido en Steam, sólo un 1,3% vienen de España, 10 veces menos que Alemania por ejemplo. Por eso, dudo que la independencia o su prohibición afectase al comportamiento de este mercado".

Galería de Aragami

Aquí es donde entra en juego la universalidad del videojuego, un medio del que muy poca gente se preocupa en conocer la procedencia de los títulos a los que juega, prestando atención nada más en pasar un buen rato delante de la pantalla. "Cada vez es más habitual ver videojuegos que han sido desarrollados de forma conjunta por equipos repartidos por todo el planeta. Un ejemplo de ello es PlayerUnknown's Battlegrounds, el juego más vendido de 2017. Este popular juego está siendo desarrollado por equipos de todo el mundo, entre los que está el pequeño equipo Anticto de Girona. De la misma manera que el desarrollo de videojuegos es global también lo es su mercado. No creo que tuviera una afectación en las ventas", afirma Albert García.

También hay que tener en cuenta que gran parte de la industria española la conforman estudios independientes pequeños y con escasos recursos generalmente, lo que podría llevar a muchos en pensar en un posible cambio de residencia para tener una relativa facilidad a la hora de hacer su trabajo. Pero hay muchos factores en el camino. Y nadie se lo plantea. "En caso de independencia no nos cambiaríamos de residencia, primero porque no es tan sencillo un cambio de residencia especialmente en una empresa pequeña y con recursos tan limitados como la nuestra y segundo porque aún en un país independiente seguiría siendo nuestro hogar y en mi caso dónde hemos crecido", asevera Jordi Arnal.

En el lado contrario están las grandes corporaciones que tienen sede en Cataluña a nivel nacional. Es decir, empresas que tienen sus oficinas en Cataluña pero representando a España. Marcas de lo más conocidas como Ubisoft (con sede en Madrid, pero con estudios en Barcelona enfocados al desarrollo de videojuegos), King o próximamente Riot Games están ubicadas en territorio catalán, y quizás tendrían que buscar un nuevo emplazamiento para seguir operando en España en caso de independencia. Resulta difícil imaginar que, por ejemplo, haya un estudio de videojuegos internacional que tenga sede en Cataluña y no en España.

"Creo que en caso de nuevo país las grandes corporaciones les va a seguir interesando el mercado catalán y no tiene sentido que se marchen por poco que sea el mercado, no me imagino a Coca-Cola dejando de vender refrescos o McDonalds dejando de vender hamburguesas en Cataluña, no tiene ningún sentido", afirma el CEO de Kaneda Games.

Pensamiento semejante al de Albert García, quien asegura que "muchas grandes empresas del videojuego, en especial del sector del móvil, se han instalado en los últimos años en Barcelona. Estas empresas quieren aprovechar las muchas bondades que ofrece la ciudad para atraer el talento extranjero. Barcelona también está creciendo en centros educativos y universidades dedicadas al videojuego y también en estudios de desarrollo. Estos aspectos, unidos a un sueldo medio que estas empresas deben considerar más atractivo que el que ofrecen otros países, han hecho que se instalaran en Barcelona. No veo razón para que tengan que marcharse".

Tampoco hay que obviar la celebración de diversos eventos lúdicos como Barcelona Games World, Indie Burguer o Gamelab, que cada año crece más gracias a las ponencias realizadas por personalidades nacionales e internacionales distinguidas de la industria del videojuego. Aunque desde luego, España tiene una enorme cantidad de ferias y eventos de videojuegos a lo largo y ancho de la península.

Competición Barcelona Games World domingo

Lo importante, realmente, es que siempre haya desarrolladores, sea donde sea, que deseen ofrecernos nuevos videojuegos y propuestas que nos alegren el día a día a los amantes del sector.

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