El concierto Games&Symphonies, es una demostración del poder evocador de la música. Una orquesta de más de 80 componentes, incluyendo un coro, ha interpretado en el Auditorio Fórum de Barcelona alguna de las bandas sonoras de videojuegos más emblemáticas de todos los tiempos. No sólo nos ha hecho disfrutar con unas piezas bien ejecutadas, sino que nos ha devuelto los mejores momentos que pasamos frente a juegos como Metal Gear Solid, The Witcher III Wild Hunt o The Last of Us.
Games & Symphonies lo tenía difícil para impresionarme. He tenido la enorme fortuna de escuchar a Koji Kondo interpretando The Legend of Zelda al piano en el concierto conmemorativo del 25 aniversario de Zelda en Londres, he escuchado a Santaolalla tocando el tema principal de The Last of Us a la guitarra, a la orquesta original interpretando Commandos e incluso estuve en el concierto de Percival Sargon, en que tocaron los temas de The Witcher III con instrumentos medievales. Pues bien, G&S cumplió a las mil maravillas, nada que envidiarle a los demás.
La puesta en escena, la iluminación y el auditorio resultaron impecables (otros conciertos similares se han celebrado en el Palacio Vistalegre o en el Palacio de los deportes de Madrid, que tienen peor acústica) y los guiños a los jugones completaban una serie de temas bien escogidos. ¿A qué me refiero? Pues a que GLaDOS, la inteligencia artficial de Portal, era quien nos daba la bienvenida al evento, a las pantallas de carga antes del inicio, a la aparición de una máquina recreativa en el escenario, el coro cantando “SEEEEGAAA”... no es simplemente una interpretación musical, sino una celebración de las melodías y de los videojuegos a que pertenecen.
El punto fuerte del show fue la actuación de Akira Yamaoka, a la guitarra eléctrica, para interpretar el tema de Silent Hill 2 y la voz de Mirella Diez con el tema principal de RIME. Y me permito dos apuntes personales, el bis con el tema principal de Dovakhin de Skyrim y la estupenda versión de Snake Eater de Metal Gear Solid 3. Si yo mismo hubiera tenido que escoger los temas que sonasen en un concierto de videojuegos, no sería muy diferente de lo que ofreció Games&Symphonies durante las tres horas que duró el show. Aunque hubiera repetido Civilization VI un par de veces.
Es un concierto muy recomendable, casi imprescindible, pero no fue perfecto. Uno de los puntos negros del evento –que se anunció los días previos a la Barcelona Games World- pue la ausencia de los temas de Nintendo, Super Mario Bros y The Legend of Zelda, por un problema de licencias. Fueron sustituidos por dos piezas de Undertale y la banda sonora de Commandos, pero seguro que una parte del público los echó de menos.
Más grave fue lo descuidado de las proyecciones. En algunos temas sólo se mencionaba el nombre de los juegos a los que pertenecían, y en otros, la selección de imágenes era “desafortunada”. Con esto quiero decir que en la pantalla gigante se vieron secuencias repetidas de Diablo III, pantallas de carga y menús en Commandos, largos diálogos de The Witcher o partidas “torpes” que hacían perder la concentración en la música (incluso había algún “spoiler”). Si tuviese que destacar una buena selección de imágenes, RIME es el que mejor supo transmitir qué era el juego a través de una secuencia.
Pero me quedo con mi reflexión inicial. La fuerza de la música me ha devuelto los mejores momentos de alguno de mis juegos favoritos. El público ha sentido la complicidad de músicos y cantantes y el lugar escogido para el concierto era inmejorable. Sólo me queda emplazaros para el siguiente concierto de la orquesta, ya en 2019, en que nos van a “regalar” los mejores temas de Dragon Ball.
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