Remedy Entertainment (el equipo de Sam Lake que nos brindado juegos como Max Payne, Alan Wake o Quantum Break) ya lleva dos años trabajando en Control, aunque hasta ahora se lo había conocido con el nombre en clave P7.
Fue en la conferencia de Sony donde el juego se mostró por primera vez al mundo. Un movimiento cuanto menos curioso, teniendo en cuenta que Quantum Break, su último trabajo, es exclusivo de Xbox One y Windows 10. Control, sin embargo, es un juego multiplataforma y llegará a PS4, Xbox One y PC.
Aquí en el E3 2018 hemos podido ver una demo gameplay guiada que nos ha sorprendido -como el tráiler de Control que vimos durante la conferencia- y que nos ha llenado de interrogantes (justo sobre estas líneas podéis volver a ver dicho tráiler).
Porque no hay muchos juegos que se parezcan a esta aventura de acción en tercera persona. Las referencias más evidentes que se nos vienen a la cabeza son Origen, la película de Cristopher Nolan, y los cuadros de geometría imposible de MC Escher.
El juego transcurre en las oficinas centrales de Control; se trata de una agencia gubernamental que se encarga de estudiar los objetos anómalos, y que sufre un ataque por parte de una misteriosa organización. Las instalaciones de Control quedan suspendidas en el tiempo, con el cuerpo de sus agentes flotando y la realidad corrompida, y nuestra labor (en la piel de Jessie Fayden, la directora de la organización) es recuperar la normalidad y terminar con la amenaza.
Jessie cuenta con poderes sobrenaturales, que vienen asignados con su cargo. Es capaz de generar un escudo kinético a su alrededor para detener los disparos enemigos -y la metralla-, puede mover objetos con su mente y utilizarlos como arma, levitar y realizar rituales.
Estos rituales sirven para alterar la realidad, lo que en términos jugables se traduce en cambiar la disposición de las estancias, abrir pasillos donde sólo había una pared o meterse en el interior de los cuadros.
Y claro, esto permite que los escenarios cambien radicalmente: en la demo, se pasa en pocos minutos de unas oficinas convencionales a salas completamente geométricas, gigantescos almacenes y estructuras laberínticas, hasta visitar la misteriosa Pirámide Negra. Además, sus creadores han confirmado que el mundo de Control tiene una estructura abierta, pero de estilo 'metroidvania'. Es decir, que para poder avanzar a través de ciertas zonas, primero tendremos que hacernos con los podres o herramientas necesarios. Esto les ha permitido, además, integrar misiones secundarias en el desarrollo.
Esta partida guiada no correspondía con el inicio del juego, y tenía la finalidad de mostrar las posibilidades de Jessie en combate. Además de las mencionadas más arriba, contamos con un objeto capaz de transformarse en diferentes armas (en el tráiler vimos una escopeta de cartuchos y en la demo una pistola). Para que os hagáis una idea del aspecto y las posibilidades que ofrece en movimiento, a continuación os dejamos un gameplay de Control mostrado justo después de la conferencia de Sony.
El apartado técnico, con el motor Nordlight propiedad del estudio, es muy interesante. Si en Quantum Break ya vimos de lo que era capaz tratando de reflejar un estilo realista, en Control nos ha cautivado por la forma en que cambia la iluminación y la paleta de colores, y se combina con una dirección artística excepcional, para poner en pantalla un universo único que desafía las leyes de la física. Los efectos de destrucción y el modo en que se disuelven los elementos nos recuerda constantemente que vivimos una realidad alterada.
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Sin duda, Control se ha convertido para nosotros en una de las mayores sorpresas del E3 2018, y le seguiremos la pista muy de cerca. Llegará PS4, Xbox One y PC en 2019.
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