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Hanna-Barbera: Su mejores personajes y series de tv

Jesús Delgado

Hanna-Barbera fue un estudio que nos dejó grandes personajes y series de tv. Recordamos los mejores en este listado: Los Picapiedra, Don Gato, El Oso Yogui, Los Autos Locos...

Hanna-Barbera (que no Hannah y Barbara, ni Hannah-Barberá) es para muchos de nuestros lectores un sinónimo de su infancia. La mayor parte de los que ya empezamos a peinar canas, tenemos algún chaval o ambas cosas, crecimos durante nuestras respectivas niñeces con los dibujos animados de este estudio de animación. Ahora bien, ¿recordáis cuáles eran sus personajes más importantes y sus mejores series? Posiblemente, a menos que hagáis mucha memoria, os costará un poco de esfuerzo cuanto menos recordar los más notables. 

Para echaros una manita, hemos confeccionado el siguiente listado en el que recopilamos los mejores personajes y series de tv de Hanna-Barbera (estudio creado por los animadores William Hanna and Joseph Barbera). En él encontraréis tanto personajes que reconoceréis al vuelo, como tantos otros que posiblemente hayáis olvidado o sencillamente no sabíais que eran responsabilidad de este estudio. 

Y aunque no queremos meter el dedo en la herida, no podemos sino recordaros que DC Comics está actualmente versionando muchos de los dibujos de Hanna-Barbera en forma de cómic

1. Los Picapiedra (1960 - hoy)

Los Picapiedra (The Flintstones) son posiblemente el título más emblemático de Hanna-Barbera. Estamos ante "Los Simpsons de los años 60" y todo un clásico de la televisión, siendo la primera serie animada de la tv emitida en primetime. Los Picapiedra originalmente se planteó como una sitcom animada que reflejaba la vida de dos parejas de clase media - baja de los años 60, pero trasladada a una distópica e imposible Edad de Piedra con tecnología moderna que funcionaba a golpe de rueda y dinosaurio. 

Si bien Los Picapiedra estaba inspirada en otra sitcom clásica, Los recién casados (The Honeymooners, de donde proviene lo de "¡Zas, en toda la boca!"), el show acabó desarrollando entidad propia a lo largo de los años, al hacer evolucionar y madurar a los personajes. Así, con el tiempo, los hijos de las dos familias crecieron, acabaron casándose y teniendo sus propios churumbeles, haciendo abuelos a Pedro, Wilma, Pablo y Betty.

Aunque su tirón ha ido decayendo a lo largo de los años, aún se realizan algunas películas animadas inspirada en la serie. Por cierto Spielberg dirigió en los 90 una arriesgada película de acción real de los Picapiedra, muy avanzada para su tiempo y bastante fiel a los dibujos. No podemos sino recomendarosla.  

Por cierto, Los Picapiedra es una de las series de Hanna-Barbera que DC ha revisionado y puesto al día en forma de cómic, como os mostramos en este avance

2. El Oso Yogi (1961 - hoy)

Otro clásico de Hanna-Barbera.  Si bien originalmente apareció como un secundario del show de Huckleberry Hound (del que luego hablaremos), el Oso Yogi (o Yogui) fue uno de los personajes más importantes del estudio. La trama, como recordaréis, giraba en torno a Yogi y a su compinche Boo-Boo, que trataban de hacerse con las cestas de los visitantes al parque de Yellowstone sino fugarse de su habitat natural. Esta premisa no le hizo sobrevivir estos cincuenta años de manera initerrumpida en antena. Pero Yogi ha seguido siendo protagonista de distintas películas, siendo la más cercana (que no memorable) la versión de acción real con CGI que protagonizó Dan Aykroyd.

3 Los Autos Locos (1968–70) 

No podíamos olvidarnos de Pierre Nodoyuna ni de su perro Patán. Los Autos Locos (Wakcky Races) se inspiraba en la comedia de La Carrera del Siglo y describía imposibles y alocadas  carreras entre autos tan estrafalarios como originales.. De esta serie los dos citados villanos contaron con su propio spin-off, El escuadrón diabólico (Dastardly and Muttley in Their Flying Machines, 1969–71) así como algunas secuelas. 

Como curiosidad, el personaje de Pierre Nodoyuna (Dick Dastardly en el original) no contaba con acento ni origen franceses, en realidad era americano (aunque se consideraba británico). Esta genialidad se la debemos al doblaje latino original y a su actor de voz Julio Lucena, uno de los dobladores más reconocidos de su tiempo. Por otro lado, en doblajes posteriores y en otros títulos, el nombre de Pierre no se mantuvo, ni su acento francés, ya que pasó a llamarse Barón Rojo y a hablar con un marcado acento "kartoffel". 

Ah, por cierto. Los Autos Locos también han sido revisados por DC en un cómic llamado Wacky Raceland, que mezcla la premisa de la serie original con una estética Mad Max.  

4. Capitán Cavernícola (1977)

¿Quién dijo que los spin-off solo son cosas del cómic? Capitán Cavernícola, el supuesto primer superhéroe de la historia, nació en la serie de Los Pequeños Picapiedra y acabó contando con su propio show, en el que salía con su hijo Cavernicolíta. Esta serie, titulada Captain Caveman and the Teen Angels, planteaba que el héroe se había quedado congelado en hielo junto a su hijo, y ambos eran rescatados por un trío de jovencitas con las que hacían migas y a las que ayudaban a resolver misterios en 1977.

5. Huckleberry Hound (1958 - 62)

Uno de los grandes olvidados de Hanna-Barbera. Huckleberry (el perro azul de los dibujos, para muchos). Fue uno de los personajes más importantes del estudio durante los 50. Su show sirvió de plataforma para muchísimos personajes que luego acabaron teniendo serie propia. El más importante, Yogi.

The Huckleberry Hound Show eran unos "dibujos de sábado por la mañana" en el que el titular del programa compartía tiempo con otros personajes: Pixie y Dixie y el gato Jinx (sí, el gato andalúz, otra genialidad del doblaje de su época, teniendo en cuenta que en el original su voz imitaba a la de Marlon Brando) o el Lobo Hokey y Danielito. 

6. Los Supersónicos (1962-87)

O un intento de hacer lo mismo que con los Picapiedra, pero en el espacio. Los Supersónicos (The Jetsons) fue una versión optimista del futuro retrataba una familia de clase media en un entorno de ciencia ficción que tuvo tres temporadas. La priumera entre 1962 y 63 y una segunda y tercera, emitidas entre 1985 y 87. 

A diferencia de otros shows, cuyos dibujos contaron con reemplazos en los actores de voz, la muerte de Mel Blanc y George O'Hanlon puso punto y final al título. Y es que ambos actores fallecieron tras haber prestado su voz a la película de Los Supersónicos, estrenada en 1990.

7. Jonny Quest (1964–65)

Una serie, que no sin mala leche y algo de razón, señala un soterrado subtexto gay en la relación entre el Dr. Benton C. Quest (padre del protagonista que da nombre a la serie) y su mejor amigo/ayudante "Race". Pullitas aparte,Jonny Quest fue toda una novedad, resucitando la estética relatos de aventuras del género pulp como los de Doc Savage o The Phantom (El Hombre Enmascarado), erigiéndose como un clásico, que a lo largo de los años tuvo reinterpretaciones.

Por cierto, detalle técnico importante. Si bien Jonny Quest estaba realizado con la técnica de animación limitada propia de los estudios Hanna-Barbera, también se consideró que el trabajo de anatomía es de los mejores de su época, muy superior al de otras obras animadas coetáneas. 

8. Magilla Gorilla (1963–67)

¿Cómo olvidarnos de Magilla Gorilla? Magilla fue uno de esos shows independientes de Hanna-Barbera desde su inicio hasta su final. La serie discurría en torno a un gorila que residía en una tienda de animales y cuyo dueño se moría de ganas por venderlo, ya que su manutención le estaba dejando en la ruina. Sin embargo, cada vez que era vendido, Maguila acaba volviendo irremediablemente a la tienda y su propietario debiendo de devolver el dinero a los compradores. La serie solía acabar con Maguila diciendo "Bueno, quizá lo consiga la próxima semana". 

9. Scooby-Doo (1969–hoy)

Otro de los programas más longevos y que mayor huella ha dejado en la televisión. Scooby-Doo se originó como una serie que se inspiraba en relatos de terror y de miedo, habitualmente grotescos y terroríficos, y les daba la vuelta. Bajo la premisa de que todos los misterios que se investigaban tenían una base real, el grupo de investigadores acababan delatando auténticos fraudes amparados en el terror sobrenatural, generalmente pergeñados con fines ilícitos. 

Ah, y fijaos que curiosidad: Iwao Takamoto, diseñador del gran danés protagonista, se documentó visitando criaderos de perros a fin de hacer lo más fiel posible a este gran can. Sin embargo, las características de Scooby son todas erróneas, ya que revelan los peores defectos físicos de esta raza. El autor lo hizo adrede, tratando de reflejar el carácter recesibo de la naturaleza del protagonista. 

Otro detalle que no debemos pasar por alto es que Scoob-Doo es también otra serie adaptada a cómic bajo el título de Scooby Apocalypse, una serie que recuerda sospechosamente a X-Com

10. Don Gato (1961 - 62)

Don Gato era una serie parecida al Oso Yogi, pero lejos de desarrollarse en los bosques del norte de Estados Unidos, ocurría en pleno Manhattan, siguiendo las peripecias de una banda de gatos callejeros, que trataban de sobrevivir mediante la picaresca.

Cabe destacar que Top Cat fue un relativo fracaso en su momento en EEUU. Sin embargo, se convirtió en una serie de culto en América Latina en donde encontró un fuerte nicho. De ahí que en 2011 viéramos una nueva película del personaje, producida por México y Argentina, en donde el personaje tiene mucho tirón. 

11. Los Pitufos (1981 - 90)

Sí, ya sabemos que Peyo fue el creador de Los Pitufos, pero atended. La serie original de dibujos animados, emitida entre 1981 y 90, se la debemos a Hanna-Barbera. El estudio pudo producir esta serie tras cerrar un difícil acuerdo con Editions Dupuis y el propio Peyo, Pero mereció la pena. No solo se trata de una de las series más entrañables de su tiempo, sino que también estamos uno de los programas con una banda sonora más interesante, fundamentada en música clásica, con piezas de Albéniz, Mussorgsky y Prokofiev, entre otros. 

12. Los Snorkels (1984-1989)

En 1984, The Snorks (a los que conocimos como Los Snorkels) salieron del agua gracias a la colaboración entre Hanna-Barberá y estudios europeos de cómic. Esta serie narraba las aventuras de unas criaturas marítimas y submarinas, que vivían en su avanzada sociedad en el fondo del mar, a reflejo de la nuestra. Cabe destacar que como Los Pitufos, los Snorkels se basan en un cómic, obra de Nic Broca

13. Tom y Jerry (1940 - hoy)

Aunque no os lo creáis, estos dibujos animados fueron el gran pepinazo de  William Hanna and Joseph Barbera en los años 40, desbancando a Disney y a Warner en las salas de cine en donde originalmente se proyectaban sus cortos, antes de adaptarse a formato televisivo. Aunque en su momento fueron un referente de humor, y con el tiempo se han descafeinado mucho, Tom y Jerry se han acabado convirtiendo en un recuerdo muy molesto para los social justicers de Internet, debido a su fuerte racismo simbólico y a la violencia que se desprende de sus guiones.

Posiblemente muchos tengáis en mente a Rasca y Pica de Los Simpsons. Que no os extrañe. Este gato y este ratón son uno de los distintos referentes que sirvieron para crear a los dibujos animados del Show de Krusty el Payaso. 

Bonus track: El laboratorio de Dexter

Y la guinda, nos la dejamos para el final. Sabemos que Cartoon Network la emite y es la casa de El laboratorio de Dexter, así como Genndy Tartakovsky (Samurai Jack, la vieja serie de Star Wars: The Clone Wars) es su creador. Pero lo que no sabréis es que entre 1997 y 99 fue Hannah Barbera la responsable de mantener el show vivo en calidad de productora, mientras CN seguía emitiéndolo.

Bonus track 2: Pac-Man

Sí amigos, en los años 80 Hannah-Barbera también fue responsable de una de esas infames adaptaciones de un videojuego a dibujos animados. No nos íbamos a olvidar de que Pac-Man también tuvo versión animada, que a su vez inspiró un videojuego Pac-Land

 

 

 

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